Pibi: pizza estilo Nueva York en Córdoba
Con la reapertura de restaurantes, vuelven los comentarios gastronómicos a VOS. En esta visita a Pibi, descubrimos los nuevos protocolos y una muy buena pizza en Güemes.
Vamos a hacer un buen resumen desde el principio. Al que le gusta la pizza tiene que ir. Porque Pibi tiene una muy buena versión de la pizza estilo New York, un producto que sale de lo habitual y se mete de lleno en una cultura gastronómica de otra galaxia.
La pizza New York tiene su propio lenguaje, como lo tiene la porteña o la napolitana. Es una pizza de dimensiones más grandes a las habituales, con una masa muy delgada y flexible, pero con un piso bien marcado que permite el encuentro de texturas.
Otro rasgo para destacar es que al igual que en la versión napolitana de la pizza (la madre de todas las pizzas) el equilibrio de los ingredientes aquí es esencial: permite un elegante balanceo, sacando a relucir la calidad de los productos con los que se trabaja (masa, salsa, queso y toppings).
La nueva normalidad
La nueva normalidad para el cliente, con el Covid-19 como amenaza, se resume en algunos puntos que tiene que cumplir. En Pibi, antes de sentarnos, nos rociaron las manos con alcohol y nos tomaron los datos personales con una declaración jurada. Hasta el momento de comer, todos con el barbijo puesto.
Pibi es un local de la galería Barrio que recrea los puestos de pizza al paso de Estados Unidos. La sala es muy pequeña y colorida. La carta está pegada o dibujada en las paredes de azulejo. Adentro tiene algunas barras (que hoy no se pueden usar), banquetas y mesas altas para los que las prefieren.
Todo bien estridente, moderno, con el pizzero haciendo lo suyo a la vista del comensal. Lo bueno es que esta energía no solo está en Pibi, porque la galería Barrio tiene un microclima gastronómico excepcional en todo sentido: conviven Brunchería, Standard 69, El Papagayo Petit, Francis y Capitán.
Cómo es la pizza
El servicio se realiza por porciones. Largan en $ 100 (la de muzzarella) y la carta se completa con opciones de pepperoni (salame), blue cheese (queso azul), mushrooms (hongos portobellos) y veggie (pimientos y cebolla morada), a $ 130.
Y hay una “promo” de dos porciones de queso más una lata de cerveza de 500 cc a $ 300. Es decir, tenemos un almuerzo o una cena deliciosos y originales por $ 300.
Nosotros pedimos una porción de cada una, para probarlo todo, y una cerveza apa de Imperial de 500 cc ($ 130). Son porciones triangulares (no todas las pizzas del mundo lo son) grandes, bien pintorescas y sabrosas (lo que realmente importa a la hora de comer). Materias primas de calidad, sin disparates en las combinaciones, confort en cada bocado y buena música para volar desde los parlantes.
Se come con la mano, porque no hay cubiertos. ¿Platos y servilletas? Todo descartable (mejor para la bioseguridad).
Parece muy fácil llegar, sentarse y comer así de bien, pero toda esta simpleza a la hora del servicio y de la comida en sí denotan horas y horas y más horas de trabajo para que las cosas resulten tan bien. Por toda esa sumatoria de aciertos es que Pibi merece ser destacado entre las mejores pizzerías de Córdoba. ¡Inmediatamente!