Protecciones de bajos
Cómo proteger las partes vitales y los alrededores de un vehículo off road para circular en todo tipo de terrenos.
La protección de bajos suele ser la primera medida a tomar por los entusiastas de la materia, y es hacer un lif t de la carrocería, lo que se traduce en una modificación del paquete de suspensión, ya sea completo o simplemente suplementando espirales y/o elásticos a fin de elevar la carrocería, quedando la parte mecánica en igual posición. De esta forma se logra alejar zócalos y paragolpes del piso.
Modelos. Existen diferentes tipos: las producidas en serie, los trabajos especiales que realizan algunos talleres y las que uno mismo puede fabricar en casa. Tomando lo estandarizado, lo pr i mero que deberíamos colocar son las protecciones de carrocería, comenzando por los llamados rocksliders o cubre zócalos de caño, que brindan un escudo ante un golpe lateral o desde abajo, el que podría dañar los zócalos y la parte baja de las puertas. El rockslider no es lo mismo que los estribos, ya que la protección va anclada mediante bulones o soldaduras al chasis, mientras que el estribo es un elemento de confort vinculado a la carrocería, que no brinda protección ante golpes.
Segundo paso. Como próximo elemento sugerimos el bumper delantero, que reemplaza el paragolpes de plástico original por uno metálico plegado o de caño con diseños que permiten un ángulo de ataque mejorado, y que también incorpora otras prestaciones, como grilletes de tiro, bandeja porta malacates, etc. Este accesorio sir ve de protección a la carrocería y a la mecánica, ya que al ser más an- gosto y afinarse en los extremos permite una mejor superación de obstáculos sin golpes y, en el caso de que estos últimos se den, protege al vehículo por su material y por estar anclado también al chasis, dándole mayor rigidez, ya que en su mayoría están fabricados con un chapón de duraluminio de 5 mm de espesor que protege radiadores y la parte baja central delantera de mecánica. Además, su posición de aproximadamente 45° lo convierte en un esquí para superar objetos duros, barro, tierra o incluso vegetación que pudiera dañar nuestro vehículo.
Tercera opción. El bumper trasero, que si bien comparativamente no nos brinda tantos beneficios como el delantero, mejora el ángulo de salida y, por su morfología, evita los enganches de la chapa de los paragolpes originales que al rozar se abollan o acumulan barro o tierra en su interior. Estos bumpers son de caño o chapa plegada de mucho mayor grosor que los paragolpes originales, y algunas versiones suelen traer el gancho de remolque incorporado y/o grilletes de tiro, así como esquíes destinados a rozar con el suelo sin ocasionar roturas. Como sugerencia alternativa, el gancho de remolque en los paragolpes originales suele ser un excelente elemento de protección ante golpes desde abajo y roces con la piedra.
Protecciones de mecánica. En este rubro encontramos varias opciones (y la imaginación siempre es el límite), aunque solo nos concentraremos en las principales y más comerciales. En orden de importancia recomendamos proteger diferencial/es, para lo cual vienen diversos modelos, desde un chapón que va agarrado al eje y a la salida del cardan, hasta recambios de la tapa de diferencial, las cuales están reforzadas o presentan un enrejado externo que absorbe los impactos. Para los vehículos de suspensión independiente, el chapón original tiende a ser suficiente, aunque puede ser reforzado o colocado para aquellos que no lo traigan de fábrica.
Otra instancia de protección. Es el tanque de combustible, que usualmente es de plástico al igual que su protección original, la cual puede ser cambiada por una metálica y relajarnos ante los golpes que pueda sufrir. La protección de parrillas de suspensión para aquellos que no poseen eje rígido no es indispensable, pero cubre los fuelles del semieje y también las marcas que las piedras van dejando en sus frentes. Por último, para vehículos diésel, existe una caja de chapa que protege el radiador de gasoil de las abolladuras de los golpes o del depósito de barro o tierra entre sus ranuras.