Cicloturismo en esencia pura
Todos los detalles de una excelente salida de un grupo de bikers que unieron las localidades de Manzanares y Capilla del Señor. Una experiencia llena de camaradería.
Una de las claves en el auge del cicloturismo en nuestro país son los grupos que se vinculan mediante redes sociales para efectuar salidas de diversos niveles y dificultad, la mayoría gratuitas. Después del invierno frío y lluvioso que tuvimos en Buenos Aires, quería respirar aire fresco en una salida tranquila, por lo que me comuniqué con Eric Bernales, de San Miguel Cicloturismo (SMC). La idea era prenderme con ellos para conocer la zona de Manzanares y Capilla del Señor, que tienen relevada en su totalidad.
Mañanita fresca de agosto y ya estábamos en la estación Manzanares del FF.CC. San Martín con Ezequiel y Mario, esperando a los SMC que venían en tren, otra tradicional costumbre de los cicloturistas: la ansiedad nunca nos puede contener. Luego de los saludos y de poner las radios en la misma frecuencia, partimos con unos 8 °C de temperatura, algo de viento y un sol tibiecito que no calentaba nada.
Amplitud térmica
En las épocas de transición, como la de otoño e invierno que ya se va, mantener el equilibrio térmico es clave, ya que durante el día hay una gran amplitud térmica que nos afecta en nuestro rendimiento físico y en la salud si nos llegamos a enfriar. Personalmente llevaba calzas cortas, bermudas, jersey de ciclismo y una campera liviana (ambos de telas respirables), más un rompevientos con aireación en sitios claves como los laterales y parte interna de las mangas. Y el cuello multifunción, infaltable como siempre para proteger garganta y filtrar el aire helado.
Empecé a rodar con todos los “cierres levantados” y a medida que los músculos tomaron temperatura comencé a abrirlos. Pero al toque tuve más motivos para levantar calor: el camino de tierra empezó a tomar consisten-