El mejor día del invierno
Revista Weekend organizó un clínica gratuita de mountain bike para que niños de entre 10 y 16
La clínica gratuita de mountain bike convocada por revista Weekend a través de su Facebook y página web, auspiciada por Lotería de la Provincia de Buenos Aires y desarrollada por el especialista Aldo Rivero, resultó todo un éxito. A pesar del frío del domingo 23 de julio, 27 jóvenes de entre 10 y 16 años se hicieron presentes acompañados por sus padres en la Granja Don Facundo, del Parque Rural de Ministro Rivadavia. La recepción con café con leche, mate y tortas fritas recién horneadas resultó perfecta para una mañana nublada.
Todo comenzó con una charla teórica donde se habló de los requerimientos esenciales para l a ele cc ión de l a bici, la impor tancia de la presión de inflado y la conveniencia de los líquidos antipinchadura. También de las características de la indumentaria a utilizar y de cómo mantener el equilibrio térmico en una jornada de pedaleo en temporada invernal. El tema seguridad no quedó al margen, ya que se enfatizó acerca del uso de casco, lentes, guantes y también de luces y reflectivos.
Primeras pedaleadas
Antes de salir a pedalear se procedió a explicar y seleccionar la transmisión correcta para el tipo de terreno y a ajustar la altura del asiento y del manillar en varias bicis. Luego, el grupo acompañado por los coordinadores salió a recorrer el circuito chico, de 1,10 km con sendas boscosas y campo semiabierto, donde en varias detenciones se asesoró a los bikers acerca de cómo sentarse correctamente y corregir la trayectoria a través de un bosque de nogales.
Varias vueltas sirvieron para aclimatar al grupo y que circulara con un poco más de velocidad a medida que le iba tomando el tiempo al circuito. Ya con las piernas con la temperatura justa, el grupo enfiló a las lomitas, un conjunto de sendas con subidas, bajadas y peraltes que no veían la hora de trepar. Como en toda la clínica, primero se caminó el tramo a realizar, m ie nt r a s los c o or d i n ador es efectuaban pasadas mostrando la posición correcta de manejo y la relación de cambios adecuada. Luego los bikers se fueron tirando a medida que los coordinadores le daban pista libre. Como las opciones del trazado eran muchas, estuvieron largo rato disfrutando hasta que por radio se escuchó que el almuerzo estaba listo. Fue el momento de pedalear un par de kilómetros tranquilos para descargar las piernas, antes de arrasar con las pizzas a la parrilla y las papas a la provenzal, una exquisitez clásica de la granja.
Luego del almuerzo
La sobremesa fue breve para evitar el enfriamiento, ya que el entusiasmo de los chicos no había af lojado. Lo que vino a cont i nuación los en loqueció más: la clínica de barro. En un tramo pastoso y con bastante lodo se los asesoró acerca de