Sobre castores y árboles
Era cantado, pese a que muchos lo advertimos en su momento, estaba en las caras de todos el miedo. Y si... así son las especies foráneas, i nvaden, destruyen, consumen, matan, extiguen... por eso mismo existen biólogos, expertos en fauna, guardaparques que insisten, relevan, preguntan, intiman, pero no hay respuesta.
Esta misiva, incisiva para algunos, relato para otros, tiene como objetivo contar lo que estamos viviendo en Tierra del Fuego, de manos del castor, una especie que llegó de Canadá en 1946, a bordo de un avión, con dos personas que no sabían lo que hacían. Setenta años después vemos cómo cambiaron los cursos de los ríos, inundaron bosques y destruyeron decenas de hectáreas de flora nativa en menos de un siglo.
Ahora leo en los diarios que se propusieron erradicarlos, llaman a cazadores de todo el país a comenzar una cacería masiva de la especie, que se estima en miles de ejemplares a lo largo de la isla. Es que preocupa y mucho que se pueda extender a provincias limítrofes, aunque la falta de controles y relevamientos, hacen suponer que ya están subiendo a lo largo de la Cordillera de los Andes y probablemente alcance regiones del norte patagónico como Bariloche en cuestión de años.
Leo todo esto y tengo emociones más que encontradas, porque el castor se convirtió trágicamente en un enemigo para una población que está acostumbrada a verlos y que en muchos casos los celebra. Sin ir más lejos, el cerro más importante de nuestra provincia se llama Castor, figura en muchos de nuestros símbolos y artículos de recuerdos, pero sobre todo se los puede ver en casi todos los ámbitos naturales que se visiten en este territorio.
Son encontradas mis emociones porque no sé si está bien o está mal, por un lado creo que se debe hacer algo, pero ¿es la solución salir a realizar esta suerte de “limpieza” de tantos animales? ¿Por qué esas criaturas deben pagar el precio de la estupidez humana?
Pero la misma pregunta me la hago en el otro sentido, ¿por qué debemos perder toda la flora nativa de nuestro medio ambiente debido a la ignorancia desmedida de los responsables de introducirlos en esta zona?
Les pido que piensen la decisión y la articulen de la mejor manera, está en riesgo gran parte del ecosistema de Tierra del Fuego, sea lo que sea que hagan, piensen en el impacto que va a tener a futuro, no hay tiempo que perder, pero tampoco podemos llevar adelante cualquier plan, ya que toda modificación de un ambiente tiene sus consecuencias, basta con caminar por cualquiera de nuestros bosques para comprobar mi punto.
Saludos cordiales. Mirtha Williams Ushuaia