Weekend

Potentes y vigorosos de la isla

Los canales cercanos a Chiloé son una muy buena alternativ­a para la pesca de grandes atunes, con moscas y con señuelos.

- Textos y fotos: LUIS BILLER

En nuestra visita a la zona de Pucón, Chile, allá por diciembre de 2016, el grupo que como siempre conformamo­s junto a Guillermo G. Fischer y Adrián Pelletieri, tuvo el objetivo principal de capturar los tremendos salmones chinook y truchas en los ríos de la región, como el Toltén y el Enco, entre otros. A la vuelta de ese viaje nos propusimos un nuevo objetivo: para fin de la temporada (esta vez hospedándo­nos más al sur, en la zona de Puerto Varas y Petrohué) iríamos a buscar los atunes en los canales marinos adyacentes a la Isla de Chiloé.

Se trata de una pesca difícil y desconocid­a para nosotros, e intentaría­mos capturarlo­s con mosca y cucharas del tipo Toby.

Nos comentaron que en esa zona los atunes vienen a buscar a las sardinas y pejerreyes que habitan en los canales, favorecido su ingreso adicionalm­ente con las aguas más cálidas de esta temporada, que por razones del fenómeno del “Niño” incrementó su temperatur­a unos 2 o 3 grados más de lo habitual. Pasado mayo, ya con las aguas más frías, se dirigirían mar adentro.

Es así que nos pusimos en contacto con nuestros guías y amigos de la zona, Arturo Saffores y Carlos Binder Ruiz, quienes han desarrolla­do un interesant­e y atractivo desafío de pesca de atunes para sumar a la habitual temporada de salmones chinooks, salmones salares y truchas marrones y arco iris que pueblan los ámbitos del lugar.

Coadyuvó a esta circunstan­cia el hecho de que este año, la subida de salmones chinook al río Petrohué y sus afluentes fue escasa, por razones que la naturaleza solo conoce, lo que sumado a las lluvias de esta semana de fines de

abril, hicieron que la alternativ­a atunes fuera la única viable.

Rumbo a Chiloé

Nos dirigimos al canal de Chacao, zona de partida de los días de pesca. Abordamos una cómoda embarcació­n del tipo trucker de las utilizadas por pescadores artesanale­s de la zona, de unos 7 m de eslora y ágil motor fuera de borda, ideales para que pesquen tres personas.

Hay que destacar la sabia operación y conocimien­to del ámbito de Arturo, quien incorporad­o en el medio de la embarcació­n y pese a la correntada generada por las amplias mareas, iba sondeando el horizonte y guiando al otro integrante de la tripulació­n, Camilo, a cargo del motor, en base a señas preestable­cidas entre ellos, surcando el canal y el golfo de Ancud, dirigiéndo­nos a los lugares calientes de pesca del inmenso sector del norte de la Isla.

El lugar es de una inmensidad y naturaleza inigualabl­es, y las mareas –que hacen ingresar y salir el agua a mar abierto – a veces tienen tanta fuerza que parecen las del propio río Petrohué, pero con mucho caudal.

La pesca fue espectacul­ar. Se trata de una actividad totalmente activa, en la que munidos de

equipos de mosca y spinning –y también de trolling para cuando el cansancio arrecia– embarcamos para navegar y buscar el preciado atún de Chiloé.

Para el caso del fly, son indispensa­bles mínimament­e equipos de cañas #10, con líneas de cabezas de hundimient­o rápido, leaders cortos y fuertes y moscas que emulen pequeñas sardinas o pejerreyes de mar. Los equipos trabajan a su máxima exigencia y tensión, por lo que deben ser de probada calidad y fortaleza. En caso de spinning/trolling, las cañas deben ser mínimo 15/30 libras (1 libra = 0,453592 kilo) con equipos multifilam­ento acordes.

Mucho revuelo

Los atunes cazan en cardumen y a altas velocidade­s. Y en el frenesí de su ataque provocan a las especies forrajeras del lugar un descontrol y revuelo grupal. La habilidad del guía para identifica­r esta circunstan­cia, una suerte de pesca “a cardumen visto”, se hace indispensa­ble para no fracasar en los intentos. Y sólo se cuentan con escasos dos o tres lances para luego ir en busca de otra pajarada, como la llaman. La riqueza de la fauna del lugar (gaviotas, pelicanos, lobos marinos, etc.) hace indispensa­ble la sabia detección de esa caza por parte de los atunes, ya que a la distancia puede creerse que se trata de esa especie y en realidad es un lobo comiendo.

La pesca fue fantástica, con piques tremendos, corridas de locomotora, reeles con el freno encendido y también bajas en los equipos: una caña rota de spinning que meses atrás había capturado –sin mayores sobresalto­s– salmones chinook del doble del tamaño de estos atunes; y una línea entera de fly que se fue con un ejemplar que salió despavorid­o casi al final de su lucha al ver un lobo marino que lo quería robar.

Fueron dos días increíbles de pesca en los que capturamos 14 ejemplares. Una salida sumamente recomendab­le.

 ??  ?? Luis con un lindo ejemplar de atún del canal. Luego de una larga lucha con el pez y un lobo marino que quería robarlo. Todo fue posible gracias a los consejos de Arturo. Increíble la fortaleza y velocidad de estos atunes. En este caso, Guillermo...
Luis con un lindo ejemplar de atún del canal. Luego de una larga lucha con el pez y un lobo marino que quería robarlo. Todo fue posible gracias a los consejos de Arturo. Increíble la fortaleza y velocidad de estos atunes. En este caso, Guillermo...
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ?? Arriba: la cuchara Toby, que fue la que dio mejores resultados en la modalidad spinning. Derecha: Luis Biller, el autor, muestra su ejemplar, capturado en la modalidad fly con mosca saltwater Gummy 2/0.
Arriba: la cuchara Toby, que fue la que dio mejores resultados en la modalidad spinning. Derecha: Luis Biller, el autor, muestra su ejemplar, capturado en la modalidad fly con mosca saltwater Gummy 2/0.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina