Refugio móvil llegó a la Antártida
BUENOS AIRES, Argentina. Algunas de las principales limitaciones que encuentran los científicos e investigadores en la Antártida son tanto las condiciones climáticas adversas como las grandes distancias entre sus campamentos y bases. Con el objetivo de brindar una solución a esta problemática, dos emprendedores cordobeses diseñaron un refugio experimental móvil, denominado “domo”, que ya se está probando en las inmediaciones de la Base Esperanza. “El domo se construyó en un día a través del ensamblado en seco de paneles, que encastran entre sí y se ajustan con tornillos de acero inoxidable para formar una estructura autoportante. El refugio alcanza su estanqueidad al momento mismo de la edificación, lo que permite reducir pasos intermedios de sellado y aislación”, explica Julián Demo de A-R GEO DOMOS, que está llevando adelante el proyecto junto a Mariano Bearzotti. La principal ventaja de este sistema, desarrollado con el asesoramiento del INTI, es su fácil armado y traslado –el packaging pesa 400 kg y mide 2,2 m de largo, 1 m de ancho y 1,8 m de alto–. Su estructura semiesférica permite que el aire se mueva en forma circular y el calor se distribuya de manera uniforme. El refugio tiene una superficie de 12 m² y un revestimiento conformado por tres capas de materiales compuestos: tanto en el exterior como en el interior posee fibra de vidrio y en el medio lleva espuma de poliuretano. Durante un año la estructura estará sujeta a diferentes evaluaciones que permitirán hacer los ajustes correspondientes para su uso en la Antártida. También tiene un elevado potencial de implementación en el turismo de alta montaña: Argentina es el tercer país del mundo con mayor cantidad de formaciones que rondan los 6.000 metros de altura.