Mochilas Una mediana para cada necesidad
Cómo elegir el diseño mediano que mejor se adapta a nuestras necesidades. Cuáles son las diferencias entre ellos. Qué se consigue en el mercado argentino.
Para elegir uno de los elementos emblemáticos del equipamiento, hay que conocer los diseños específicos para diferentes actividades, y cómo funcionan las distintas partes que los forman. Antes de comenzar hay que aclarar que no existe una mochila para todo y que, en general, vamos a tener que elegirlas de acuerdo con nuestra actividad principal, u optar por dos o inclusive tres modelos: una grande (60 litros o más), una mediana (25 a 40 litros) y una pequeña (20 litros como máximo) para actividades muy aeróbicas, como trail running o las carreras de aventura.
En las medianas, de las que hablaremos en esta nota, puede haber un modelo general que se adapte a varios usos, por ejemplo, para viajes o para caminar en outdoors o en entornos urbanos. Pero también hay propuestas que tienen diseños muy específicos para diferentes actividades, por ejemplo: escalada, mountain bike, esquí de travesía, o mochilas de viaje para fotografía o dispositivos electrónicos varios. Vamos a enumerar a continuación algunos de los principales modelos para usos específicos, con una breve descripción de sus características. Por su especialización, la mayoría de estos modelos son de alta gama y, por lo tanto, más costosos.
1
Daypack: son modelos para salidas de un día, con una capacidad típica de 30 litros promedio. Tienen bolsillos laterales (usualmente de malla elastizada), bolsillos internos y compartimientos para organizar lo que llevamos, asdemás de compatibilidad para sistemas de hidratación.
2
Climbing: diseñadas para escalada técnica, la capacidad promedio es de unos 40 litros, con un cuerpo de mochila estrecho para moverse con mayor facilidad sobre terrenos acciden-
tados. Tienen características especializadas, como bolsillos para crampones, loops para fijar piquetas de hielo, o las llamadas “daisy chains” para colgar material técnico como mosquetones. La construcción es reforzada, para soportar cargas pesadas.
3 Adventure Races / Trail
Running: tienen un cuerpo de tejido ultraliviano ripstop, con un diseño envolvente para asegurarla bien con el strip de pecho y el cinturón lumbar, y evitar que se
mueva al correr. Todas poseen compartimiento especial para bolsas de hidratación. 4 Ski / Snowboard freeride: su capacidad promedio es de unos 40 litros. Tiene sistemas que permiten fijar las tablas de esquí o snowboard a la mochila, o un lugar para asegurar la pala de nieve. El cuerpo es de perfil estrecho, con un sistema de suspensión y ajuste que le permite que no se mueva durante el uso.
5
Bike: las mochilas para ciclismo tienen un cuerpo de perfil estrecho, y son confeccionadas en tejidos livianos rip-stop de alta tenacidad. En el diseño del espaldar se buscan canales de ventilación para que resulten cómodas en el pedaleo. Vienen con bolsillos internos para bolsas de hidratación y bolsillos externos de buena ca- pacidad para llevar, por ejemplo, herramientas para la bici.
6
Travel: es un tipo especial de daypack, con muchos bolsillos internos para organizar el equipaje, o con sistema especialmente diseñado para mantener dispositivos electrónicos protegidos y cargados. Tiene compartimiento especial para laptops y un pack de baterías removible, por ejemplo, de polímero de litio, resistente al agua y los golpes. También hay modelos especializados para transportar equipos de fotografía.
Partes de la mochila
Aunque todas las partes de la mochila son importantes y es su conjunto lo que funciona, hay algunas más elementales que otras. El componente esencial es el cinturón de apoyo lumbar, y la razón es que en uno bien diseñado la carga llega directamente a nuestras caderas, con lo cual dejamos de sobrecargar nuestras vértebras, espalda y hombros, que en realidad no han sido desarrollados para cargar pesos. Al transferirse la carga a las caderas, el resultado final que se busca es que sean las partes más fuertes del cuerpo –nuestras piernas– las que carguen con ese peso. Por supuesto que el resto de los elementos debe estar diseñado también para transmitir adecuadamente la carga hasta ese cinturón. Entre ellos, son especialmente importantes el armazón de la mochila (soporta y transmite la carga al cinturón lumbar) y el talle y/o sistema de regulación de talle. Algunas mochilas tienen tallas y es muy importante tenerlo en cuenta. Si bien los grandes modelos suelen contar con sistemas de espaldar ajustable que se adaptan a la longitud de nuestro torso, hay en el mercado modelos más simples que poseen espaldar de longitud fija. Para solucionar esta limitación pueden venir en diferentes tallas que se adapten a los distintos cuerpos de los usuarios. Esto no es bueno ni malo, lo que debemos considerar es que la talla que elijamos sea la adecuada a nuestra longitud de torso, un factor que es de vital impor t a ncia pa ra un correcto ajuste.