Weekend

Balance de temporada.

Un análisis del ciclo recién concluido: cantidad de cazadores, contingenc­ias climáticas, aumento de costos y comportami­ento de la fauna.

- Por Horacio Gallo.

Un análisis del ciclo recién concluido: cantidad de cazadores, contingenc­ias climáticas, aumento de costos y comportami­ento de la fauna.

El cierre de la temporada de caza menor en la provincia de Buenos Aires arrojó como resultado una menor cantidad de deportista­s en los campos. Pero curiosamen­te no se vendió una cantidad inferior de permisos, ya que según Fauna el número fue similar al año anterior. Esta merma de la actividad tampoco puede vincularse con el costo de la licencia, ya que la evolución ha sido lógica para estos tiempos: en 2009 $ 55, en 2012 $ 120, en 2014 $ 180, en 2015 $ 200, en 2016 $ 234 y este año el valor fue de $ 350. Tampoco el costo del cartucho se alejó de lo esperable: según datos proporcion­ados por Armería Santa Fe, tomando como referencia los nacionales, la marca Activ pasó de $ 135 en 2016 a $ 165 en 2017, y Orbea de $ 120 en 2016 a $ 150 en 2017. En tanto los importados variaron de $ 160 o $ 210 a $ 200 o $ 250 según marca y procedenci­a. Pero sí hubo algunos factores que podrían explicar esta baja en el volumen de cazadores. Por ejemplo, influyó la gran cantidad de agua caída en territorio bonaerense, que hizo imposible el acceso a los campos en algunas zonas. Y también el aumento del combustibl­e, los peajes, la comida y el hospedaje. Para dejarlo reflejado en valores: una salida de dos personas a una zona distante (250 km) demandó $ 3.000 para ambos (sin hospedaje). Y si a esta cifra hay que sumarle un guía, se incrementa entre $ 800 y $ 2.500 más por cazador (dependiend­o el servicio que provea el profesiona­l).

Más factores

Otro dato que dejó esta temporada es que el grupo etario de cazadores se sigue manteniend­o a través de los años, creciendo en edad pero con lenta o nula renovación. Nuevamente no hubo

mucha gente joven en los campos, disminució­n que se contrapone con la gran cantidad de tiradores jóvenes y no tanto que van a practicar las distintas disciplina­s de tiro al vuelo, hélice y plato (en sus diversas modalidade­s) o tiro práctico con escopeta. Por esta razón, siguiendo la entrega de permisos por parte de Fauna a principio de temporada y el número de nuevos miembros en las pedanas de escopetas de los clubes e institucio­nes dedicados a este deporte, pensé que este año iba a explotar la concurrenc­ia a los campos.

Como no ocurrió de esta manera, me dediqué a averiguar qué había sucedido. Y lo hice desde tres puntos, como decía un viejo cirujano cardiovasc­ular platense que se debía realizar cualquier trabajo: investigac­ión, organizaci­ón y ejecución. Y qué mejor referencia para recabar esta informació­n que los lugares de tiro, la gente de campo y los amigos cazadores.

Charlando con los jóvenes de entre 27 y 35 años que asisten a las pedanas, el 60 % sostuvo que no mataría ningún animal de caza menor, por tenerr arraigado un sentimient­o ecológico ológico o porque su actividad social ocial no le permite el tiempo de una na cacería. Al 40 % restante le gustastarí­a ex perimentar­lo en alguna oportunida­d, pero ero tienen la dificultad de no encontrar gran cantidadd de propuestas, salvo en redes des sociales para grupos cerrados rados de cazadores.

Los mayores

Entre los jóvenes/adultos de 35 a 45 años, el 30 % no mataría y el 70% sí lo haría. Aquí se da otro fenómeno: están más cerca del recuerdo de lo que les contaba el padre o un tío cazador y les gustaría tener la experienci­a pero no saben cómo ni dónde ir (convengamo­s que los cazadores somos celosos de nuestras zonas de cacería y de incorporar nuevos miembros).

Luego fue el turno de charlar con los cazadores experiment­ados. A algunos el clima les jugó una mala pasada: campos y caminos anegados hicieron que no fueran confortabl­es los traslados y la búsqueda de las presas en las zonas más altas. Asimismo, los fines de semana con lluvia achicaron la secuencia de quienes suelen salir cada 7 días, haciéndolo en esta ocasión cada 15 o 20. Pasó lo mismo con quienes saben viajar cada 15 días, estirándol­o al mes. Y los de una vez por mes a una sola salida. Incluso, los deportista­s con más años lo postergaro­n para la próxima: caminar en zonas con agua desgasta el físico y saltar un alam-

brado en un terreno con barro se hace peligroso. Los perros también notan este cansancio, lo que hizo que muchos cazadores bajaran sus salidas. Algunos hasta pagaron sus permisos y no los retiraron.

La gente de campo también salió menos. Los consultado­s esgrimiero­n que el mayor trabajo que requirió este año el cuidado del establecim­iento no les dejó ni ganas ni mucho tiempo para divertirse con la caza. Los campos inundados hicieron que el movimiento del ganado a lugares más secos fuera constante, los cami- nos anegados complicaro­n el acceso de cosechador­as o camiones jaulas y todos estos imponderab­les fueron achicando el tiempo disponible para los lugareños.

La fauna

A la hora de evaluar la cantidad de perdices, liebres y patos, podemos afirmar que fue abundante en las franjas altas, donde se agrupaban. El cazador experiment­ado sabía dónde buscarlas. Y valga la mención de un dato de color: debido a que este año los ejemplares tuvieron que caminar para llegar a zonas secas, su carne fue más consistent­e, con un poco de mayor dureza. Y lo comprobé al comparar un escabeche hecho este año y un frasco de la última cacería de la temporada anterior.

En este ciclo de 2017, los más beneficiad­os fueron los patos, que vieron incrementa­dos los espejos de agua. Asimismo, al levantar las cosechas en forma tardía por no poder entrar las máquinas por el estado de los caminos en algunas zonas, hubo alimento a granel para las perdices y liebres, si bien el clima húmedo y con zonas inundadas los impulsó a desplazars­e hacia terrenos altos. Además, la temperatur­a se mantuvo elevada para esta estación, los pastos siguieron verdes por falta de grandes heladas y la comida resultó abundante.

Al haber menor cantidad de cazadores, el número de ejemplares para 2018 va a ser importante. Por lo tanto, a los guías y a todos aquellos relacionad­os con la caza menor les aconsejo entrar en la era e-commerce. Según mi investigac­ión, la gran mayoría de los jóvenes tiradores depende de este medio para poder comenzar con sus salidas. O bien conseguirs­e un cazador que quiera iniciarlo, cosa difícil en estos tiempos.

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 ??  ?? Los cardos fueron más enemigos que nunca de las patas de los perros.
Los cardos fueron más enemigos que nunca de las patas de los perros.
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Los patos fueron lo grandes beneficiad­os con el crecimient­o de espejos de agua y más comida. A la perdiz le costó llegar a un buen tamaño.
 ??  ?? Los perros de buena alzada se manejan mejor entre los pastos altos.
Los perros de buena alzada se manejan mejor entre los pastos altos.
 ??  ?? La elección de cartuchos, tanto en gramaje como en número de munición, siempre juega un rol vital.
La elección de cartuchos, tanto en gramaje como en número de munición, siempre juega un rol vital.
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 ??  ?? En esta temporada las escopetas semi automática­s fueron las adecuadas, ya que proveyeron menor peso y mayor poder de tiro a la hora de transitar por zonas con mucha agua, que sumaron cansancio adicional al cazador.
En esta temporada las escopetas semi automática­s fueron las adecuadas, ya que proveyeron menor peso y mayor poder de tiro a la hora de transitar por zonas con mucha agua, que sumaron cansancio adicional al cazador.

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