Weekend

Todo el año es temporada.

Un ámbito que exige moverse de manera constante para lograr el pique, pero que cumple con buenas capturas y ya se perfila para las taruchas.

- Textos: MARCELO ALBANESE. Fotos: ANAHI ARENILLAS

Laguna de Todos los Santos, un ámbito que exige moverse de manera constante para lograr el pique del pejerrey, pero que cumple con buenas capturas y ya se perfila para las taruchas. Por Marcelo Albanese.

Se cuenta que allá por el año 1832, cuando Juan Manuel de Rosas manda a fundar la ciudad de 25 de Mayo a orillas de una laguna, se encontraba allí un asentamien­to de indios que debieron ser desalojado­s y que en la rastrillad­a hacia el norte dieron con un nuevo espejo de agua y allí armaron su nuevo lugar de residencia.

Algunos religiosos de la época que realizaban la tarea evangeliza­dora, comprobaro­n que ninguno de los miembros de la tribu tenía nombre, dilema que se resolvió dándole a cada uno el nombre de un santo. La historia dice que con el tiempo el asentamien­to fue tomando la denominaci­ón “De Todos los Santos”, y así se llama hasta el día de hoy la laguna que tiene casi 200 años de historia.

En busca de lugares no tan frecuentad­os y que puedan haber caído en el olvido de algunos pescadores, dimos con este ámbi-

to ubicado al oeste de la provincia de Buenos Aires, más precisamen­te en cercanías de la mencionada ciudad de 25 de Mayo.

Aproximada­mente a unos 300 metros de la Ruta 51 se encuentra este espejo de agua rodeado de una autóctona y deslumbran­te flora y fauna. Arboledas añejas, pastizales de distintos tonos de verde, aves acuáticas de diferentes especies (cisnes de cuello negro, gallaretas, teros, perdices y patos) y también gran cantidad de nutrias y cuises se pueden detectar en el entorno.

La laguna presenta una cubeta de 280 hectáreas que es abastecida con una vertiente natural, lluvias y desbordes de campos aledaños. Aquí se pueden captu ra r especies como tarariras, bagres, dientudos y pejerreyes. En una gran proporción sus costas son planas, ideales para practicar la pesca deportiva en la moda l idad de fondo, realizando tiros de larga distancia. La profundida­d media es de 1,80 metros y su hondura máxima llega a los 6 metros. Posee juncales emergentes raleados, completand­o así la estampa atractiva de una laguna bonaerense.

Javier, el propie- tario del lugar, me informó sobre la modalidad de pesca que se utiliza en la laguna de Todos los Santos. Boyas preferente­mente livianas en diferentes gamas de colores, consideran­do que hay días en que los pejerreyes prefieren tonos oscuros (negro). Pero no deben ser descartado­s, en otras jornadas, los colores claros. El pique de los flechas de plata no es estable y debe ser trabajado hasta descubrir e interpreta­r, según las condicione­s ambientale­s, estos detalles. Continuand­o con el equipo, recomiendo anzuelos N°1 y N°1/0, debido a que el pez tiene boca grande. Por ende, las mojarras vivas deben ser de medianas a grandes (pueden ser provistas en el lugar con previa reserva). En esta ocasión utilizamos cañas de 4,20 m compuestas de grafito y kevlar, y reeles cargados con multifilam­ento de 0,18 mm, también líneas de tres boyas compuestas de material poliuretan­o, de la línea Big Flot, con un largo total de 3,50 m y una madre del 0,40 mm. Las brazoladas fueron de 0,30 mm, con un largo de 30 a 60 cm.

En busca del pique

Saliendo del embarcader­o hacia la derecha, decidí hacer los primeros intentos casi pegado a la costa, entre juncos raleados. Al ver que las respuestas eran negativas, comencé un garete hacia el centro de la laguna, con el viento de ese día que era en sentido sur-norte. Así logré la primera pieza, con un pique firme y contundent­e. Hay que destacar que no todo el pez come

con la misma voracidad, puesto que algunos son muy sumisos y sutiles para tomar el cebo. De hecho, hay que estar muy atento a la línea y en estos casos dejar que lleve y coma sin apuros, para poder concretar la captura.

Volviendo hacia el centro de la laguna, luego de la primera pasada al garete decidí anclar allí al avistar corridas en la superficie. Opté por levantar las brazoladas a 20 cm para probar suerte. Luego de unos 10 minutos observé ac tiv idad en el apa rejo, con flechas que comían de manera firme y concisa, segurament­e impulsados por el aumento de la temperatur­a del agua producto de la acción del sol. Se dieron piques y corridas más constantes, confirmand­o que el pez estaba acardumado en este sector.

Con el paso de las horas se iba

 ??  ??
 ??  ?? La mayoría de los piques son llevadas firmes. Lo aconsejabl­e es usar anzuelo 1 y 1/0 para no fracasar Pero también las hay sutiles: no apurarse a concretar hasta que el pez tome bien la carnada. Abajo: los colores de boyas más rendidores.
La mayoría de los piques son llevadas firmes. Lo aconsejabl­e es usar anzuelo 1 y 1/0 para no fracasar Pero también las hay sutiles: no apurarse a concretar hasta que el pez tome bien la carnada. Abajo: los colores de boyas más rendidores.
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina