Un lindo desafío.
A tan solo 212 km de la Ciudad de Buenos Aires, este espejo exige al pescador, pero la recompensa son sus excelentes pejerreyes.
A tan solo 212 km de C.A.B.A., la laguna de Rocha exige al pescador, pero la recompensa son sus excelentes pejerreyes. Por Daniel Rodríguez.
Estuvimos pensando qué nuevo espejo visitar. Mucho se habla en los medios y en las redes de las lagunas más conocidas, esas que sabemos por guías de la zona que cuando vamos tenemos la pesca asegurada. Me puse en contacto con mi amigo Daniel Console que siempre tiene ese dato que pocos conocen, y me recomendó la Laguna de Rocha, ubicada en el partido de Chacabuco. Bastó un llamado a Luis Ventimiglia, integrante de la comisión del Club de Pesca Chacabuco, para coordinar una visita y realizar la pesca de embarcado. También realizaríamos unos intentos de costa: con líneas de fondo y efectuando lances largos podríamos llevarnos alguna sorpresa.
Partimos desde la Ciudad de Buenos Aires recorriendo los 212 km que nos separan de Chacabuco, atravesamos la entrada del arco y sobre la Ruta 7 Km 226,500 a mano izquierda encontramos dos carteles que nos indican el acceso al espejo. Hace cuatro meses asumió una nueva comisión en el club, y su primer objetivo fue incrementar la cantidad de socios, llevándola a 980 personas en pocos solo meses.
Rocha es una laguna municipal de 330 hectáreas, con una profundidad media de 1,80 m. Su acceso es un camino de tierra de 4 km (los días de lluvia el club permanece cerrado). Se puede pescar a lo largo de más de 3 km de costa con barrancas, ideal para saborear un asadito en la orilla y para aquellos que no les gusta embarcarse. Posee un gran predio con quincho central y parrillas para disfrutar en familia y pescando. El horario de actividad es de 6 a 22, y luego se cierran las dos tranqueras para tranquilidad del acampante.
El río Salado le aporta a Rocha su caudal de agua, que ingresa a lo largo del espejo y tiene salida al fondo en una compuerta que esta caída desde hace varios años, con la promesa de que Hidráulica la deje en condiciones. Cuenta con una cómoda bajada de embarcaciones de cemento, desde la que suavemente descendimos y subimos sin inconvenientes y rápidamente.
Buscando el pique
Compartí la salida con Luis Luigi Ventimiglia y Raúl Barera en su nueva embarcación, que estrenaríamos en esta oportunidad. Y en la otra lancha iban Hernán Ciancio, Gonzalo Rosales (de Pescachacabuco) y Enzo Ventimiglia. Elegimos la costa noreste donde nacía el viento, para realizar un lento garete hacia el terraplén. Colocamos un peso (muerto, como le llaman) para que no giráramos y así estabilizarnos. Y enseguida líneas