Dónde habita la medusa más venenosa del mundo
QUEENSLAND, Australia. De octubre a mayo, nadie se mete en el agua en l as playas de Queensland, al noreste de Australia. Y no porque el agua esté fría, sino porque las cubomedusas ( Chironex fleckeri), también conocidas como medusas cofre o avispones de mar, se acercan a la costa para reproducirse. Pese a su aspecto inofensivo, estas criaturas de entre 10 y 20 centímetros son tal vez el ser vivo más letal de la Tierra. Sus tentáculos, de alrededor de un metro de largo, tienen miles de cnidoblastos, células urticantes con un filamento arponado (nematocisto) que se disparan inyectando un potente veneno neurotóxico, cardiotóxico y citotóxico. El más leve roce produce un súbito e indescriptible dolor, tan intenso que puede inducir un shock y hacer que la víctima se ahogue, si no muere antes por fallo respiratorio o colapso cardiovascular. La Chironex fleckeri es muy abundante en la costa noreste de Australia, donde comparte territorio con su prima, la pequeña Irukandji ( Carukia barnesi), diminuta medusa responsable de una misteriosa enfermedad –el síndrome de Irukandji– detectada por primera vez en 1922 entre una comunidad de aborígenes de la costa de Cairns, al noreste de Australia. Los que la padecían, tras haber estado en contacto con el agua, sufrían fuertes dolores, calambres en brazos y piernas, taquicardia, náuseas, inquietud, sudoración, hipertensión y una desagradable sensación de muerte inminente.