Capital del remo
Con más de 10.000 embarcaciones a remo, dispone de guarderías y escuelas especializadas,
Ya se la conoce por ser la Capital del Helado, pero por la gran cantidad de embarcaciones existentes y personas relacionadas a la actividad, Rosario ha sido propuesta como la Capital del Kayak. “Lo que tiene de particular esta ciudad es que posee más de 10 mil embarcaciones a remo, algo que no sucede en muchos lugares de Argentina”, describe Fabricio Timó, director de la escuela de kayak Al otro lado del río. Y agrega: “Así surgieron las guarderías que son como un estacionamiento donde se pueden dejar los kayaks cerca del río para tener un mejor acceso y que sea sencillo salir”.
Y tanto entusiasmo hay con la actividad que ahora las guarderías han dado un paso hacia adelante y lo que se busca es que brinden más servicios, que funcionen como centros de reunión con charlas y capacitaciones, dado que hay muchas personas que poseen embarcaciones pero no están al tanto de cómo usarlas con seguridad.
Algo que crece día a día es la tendencia a realizar excursiones con una mirada sustentable. Esto significa apreciar y cuidar el ambiente con guiadas sobre su biodiversidad y con plena conciencia de que no hay que dejar basura en el camino. En este contexto, como turista es posible “ir a la escuela” y tomar unas clases o participar de las excursiones ya armadas, que van desde un día entero por las islas más cercanas, hasta remar junto a las ballenas en Puerto Madryn, pasando por la experiencia de hacer un simple Rosario-Victoria o Rosario-Ramallo. Todo de- pende de las ganas y los tiempos.
“Rosario es muy benévola para el kayak por el buen clima y el trazado del río, por eso muchas veces proliferan los kayakistas –resume Andrés Fernández, instructor–. Es una actividad que se puede hacer todo el año pero el furor es el verano y es ahí cuando se ven personas sin chaleco o botes que no están en condiciones, por ejemplo que le faltan compartimentos estancos y que por lo tanto si se dan vuelta pueden hundirse”.
Seguridad ante todo
“Nosotros recomendamos capacitarse aunque sea mínimamente antes de largarse para poder discernir qué viento provoca oleaje y hace peligrar la estabilidad, y qué hacer si el bote se da vuelta”, explica Fabricio. “También los recaudos con el alcohol: si tomo en exceso y hay 40 grados de calor, existen más probabilidades de desmayarse y vivir situaciones de riesgo. Por eso lo mejor es tener es- tas cosas en mente y, en lo posible, salir acompañado.”
Las embarcaciones en sí mismas también son un tema a considerar, ya que depende del uso al que esté destinado: un bote barato quizás sirva para fines recreativos, pero no para una excursión larga. Y a la vez éstos requieren de más manejo, ya que son un poco más inestables para ganar en velocidad. Otra de las ventajas de asistir a una escuela es que se pueden probar varios kayaks antes de decidir una compra.
Uno de los recorridos más demandados es La vuelta al mundo, que dura 4 horas y se baja remando corriente a favor hasta el Monumento a la Bandera, para luego ir por el arroyo Los Marinos, el Lechiuguana y Paraná Viejo, donde se une el puente Rosario-Victoria con la isla. “A la gente le maravilla que exista un mundo natural tan cerca: a media hora del centro de Rosario y a media hora de remada desde la costa”, reflexiona Carmen Molina, instructora de kayak. “Es muy lindo porque así se rompe con la idea preconcebida del río y los miedos a que los pique un bicho o que el agua está sucia… Cuando conocen, se relajan y lo pasan bien porque hacer vida al aire libre a veces implica estar con la lluvia y el barro para disfrutar de la naturaleza”.
La noche, compañera ideal
A la noche, después de todo un día remando y disfrutando de la naturaleza, Rosario tiene dos propuestas especiales para ofrecer. La primera consiste en bares de-