Weekend

Claves para fondear

A qué refiere este concepto tan importante para los navegantes. Los detalles del correcto uso del ancla en los distintos tipos de embarcacio­nes.

-

La maniobra de fondeo no es el mero hecho de tirar el ancla al agua para que se agarre al fondo y permanezca­mos quietos en un punto, sino que se refiere a todos los elementos que se tienen para fondear, como el ancla, grillete, cadena, cabo, etc. Poca importanci­a se le da esta maniobra. Segurament­e si el ancla se perdió tardaremos en reponerla, pero se debe tener en cuenta que es uno de los elementos de seguridad requeridos por la Prefectura.

Fondear. Independie­ntemente de lo que leemos en los libros especializ­ados y de lo que se habla, existen muchos detalles con relación a qué debemos centrar la atención al momento de fondear en nuestra zona de navegación. Si bien hay lugares determinad­os donde se puede fondear, siempre que haya un problema mecánico que no permitacon­tinuarconl­anavegació­n es recomendab­le fondear. Así evitaremos que la embarcació­n termine en las orillas, donde se puede golpear e incluso lastimar a los tripulante­s. Antes de tirar el ancla se debe controlar que esté perfectame­nte atada, no solo al cabo de la maniobra sino a la embarcació­n, y siempre fondear proa a la corriente. De esa forma, el cabo se irá estirando a medida que la lancha derive. Una vez que el ancla se agarró bien al fondo, en ese momento debemos pro- ceder a parar el motor. Una de las dudas es cómo se compone la maniobra: el ancla propiament­e dicha tiene un trozo de un metro de cadena y un cabo de no más de 35 metros.

El ancla más utilizada. Para la lancha es el modelo Danfos, ya que es fácil de llevar a bordo porque ocupa poco espacio y se puede acostar en el plano de la embarcació­n cuando ésta no posee un tambucho para estibarla. No es apta para los fondos de piedra, pero sí muy efectiva para los fondos blandos y de arena. Este modelo tiene puntos débiles, que se ponen de manifiesto cuando se comienza a garrear (arrastrar el ancla por el fondo). Uno de ellos es que si se engancha una piedra o un pedazo de madera no permitirá que el ancla se acomode, y si quedó al revés, no será efectiva para fondear. El otro es que se haya formado una bola de arcilla alrededor de ella y no pueda cumplir su función, por eso siempre hay que sacar el ancla del agua y controlar que no exista la posibilida­d de que se den estas dos situacione­s. No tiene sentido utilizar un cabo grueso, ya que a la lancha la vamos a sostener, no a levantar. El diámetro del cabo dependerá del tamaño de la cornamusa. Las lanchas no poseen grandes herrajes sino que son pequeños, y si queremos tomar y hacer firme el cabo de fondeo éste debe ser adecuado, caso contrario se va a desatar. Además, el cabo no debe ser flotante para evitar que se engan

che en las hélices. Ancla de bote. Es un ancla de emergencia, que si bien es cómoda de llevar porque se cierra y ocupa poco espacio, no es efectiva para permanecer fondeados mucho tiempo. Sí tiene mayor efectivida­d en zonas rocosas, pero no se puede comparar con los grandes grampines que se enganchan en las piedras y que normalment­e utilizan los pescadores.

Otras embarcacio­nes. Las pequeñas, como los gomones y semirrígid­os no poseen un lugar específico para guardar el ancla. En ese caso se lleva dentro de la embarcació­n, por lo general en el piso. Y acá vienen los problemas: primero, porque molesta, y segundo y más grave, porque puede lastimar a los tripulante­s. Consideran­do que en una lancha por lo general el ancla no se va a usar en emergencia, sino que se programa su uso con cierta antelación, podemos colocarla debajo de otros elementos, como ser bolsos, y de ser factible envolverla en algo blando de forma tal que si golpea, estos elementos amortigüen el golpe.

Olas. En caso de fondear en zonas donde los grandes barcos hacen mucha ola, es convenient­e largar mayor cantidad de maniobra, ya que si alguna embarcació­n produce una onda considerab­le y la cantidad de maniobra largada es insuficien­te, puede ocurrir que la lancha, por un lado agarrada al fondo y por el otro imposibili­tada de subir la onda producida, embarque agua y la haga zozobrar. Finalmente, para levantar el ancla, lo primero es arrancar el motor, y ante un imprevisto podemos maniobrar e ir acercándon­os al ancla de forma de levantarla sin mayor esfuerzo. *Instructor de náutica.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina