Monstruos del Litoral.
Surubíes y dorados de grandes portes en esta visita a Paso de la Patria, donde tanto con señuelos como con cebos naturales vivimos jornadas inolvidables.
Surubíes y dorados de grandes portes en esta visita a Paso de la Patria, donde tanto con señuelos como con cebos naturales vivimos jornadas inolvidables.
Murphy y sus leyes no se cansan de hacer de las suyas cuando de las tres cañas puestas en juego, el surubí más grande se prende de la vara más ¡liviana!¡ livi ana! Pero cuando uno se mete en un bai bailele no le queda ot otrara que baila bailar.r. Así fue en esta oportunidad en aguas del Paraná, más precisamente en los bancos de arena de la isl isla a Toledo, aguas arriba de la vi villall a turística correntina de Paso de la Patria. Dos cañas de 2,10 m (7 pies), de un rango de potencia de entre 15 y 30 libras ( (1 1 libra = 0,453592 kilo) equipadas con reeles rotativos con hilo multifilamento del 0,26 mm y rematados con un líder de acero multifilamento de 30 a 40 lb y un señuelo de trolling de acción en profundidad ( (de de paleta grande) al final del conjunto. Así estábamos actuando, invitados por la organización de pesc pescaa La Candelaria,Candel aria , de Carlos Bravo Bonpland, con Julit Julito o Rolón de timonel y guía, y Germán Avalos Billinghurst completando el equipo. Buscando dar con los grandes surubíes que por esta época del año remontan en cardúmenes hacia el Alt Alto o Para Paraná, ná, actuando en la modalidad de pesca de arrast arrastre re o trolling, estrategia que do-do -
minan muy bien los guías de la región y en la que habitualmente se capturan gr grandesandes ejempla ejemplares. res. Pero como Paso también es si sinónimonóni mo de dorado, y en los mismos sectores del río puede darse una u otra especie, armamos también un conjunto más liviano compuesto por vara de 12 a 20 lb y reel de bajo perfilperf il ( (tipo tipo huevito) cargado con multifilamento del 0, 0,2323 mm. Y como no podía ser de
otra manera, el “monstruo de río”, siguiendo rigurosamente el mandato murphiano, se prendió de la más débil.
Peso pesado
Casi media hora de combate extremo, de brazos entumecidos y temblorosos al final de una batalla sin cuartel, en la que se recuperaban con mucho esfuerzo 2 o 3 metros de sedal y que en lo que dura un parpadeo se iban 10 o 15 metros, como si nada, con cada llevada del coloso. La zona del río, despejada y libre de obstáculos, jugó a favor de los pequeños Davides que éramos y nos permitió con paciencia y tenacidad ir cansando y arrimando al grandísimo Goliath, que además de grande, sano y fuerte, presentaba un cuerpo robusto y macizo y un vientre henchido, donde claramente se le podían palpar al menos tres grandes protuberancias –como pelotas de rugby– que seguramente serían sábalos o bogas ingeridos no hacía mucho.
Cada inicio de primavera las hembras ponen entre dos mil y tres mil quinientas huevas que el macho fecunda para perpetuar la especie. Esto indica que la migración estacional es básicamente con fines reproductivos, pero la ocasión de alimentarse no está fuera del programa. Como los grupos de amigos que el viernes a la noche salen en plan de seducir señoritas, pero que si pasan delante de una parrilla humeante se distraen con un choripán, así el reflejo condicionado, el largo peregrinar y la ocasión frente a los nutridos cardúmenes de bogas, sábalos y otros forrajeros hacen que los surubíes, además de la freza, tengan espacio para un buen bocado.
La última etapa de la captura la hicimos ya en un sector de aguas bajas y bancos de arena af lorando, lo que nos permitió hacer las fotos sin necesidad de tener mucho tiempo al gran pez fuera del agua, evitando además
que se golpee a bordo para que su recuperación fuera más rápida antes de devolverlo al río.
Cuando hay cardúmenes en un tramo del río ocurre que tras los peces se congregan muchas lanchas y eso, de alguna manera, hace barullo y logra dispersarlos y que se pierda el pique. Ubicado el sector por donde se presume que pueden rondar los peces, una buena estrategia es madrugar más que el resto y llegar temprano a los pesqueros antes de que se saturen de aficionados. Otra es estar atento al olor característico que se percibe en donde pueden estar los surubíes, un fino aroma como a sandía madura que no todos sienten pero que los buenos guías captan enseguida. Lo que cuesta vale, reza el refrán, y con el su r ubí est a sent encia se cumple a rajatabla.
También dorados
Nos había adelantado Julito que los dorados estaban, y eran buenos, pero no se encontraban comiendo bien, conducta que puede obedecer a varios factores tal vez originados en el exceso de comida –que notamos en todo este tramo del Paraná–, que es