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Atracar sin golpes.

Tres son los errores posibles que se cometen al momento de acercarse al muelle. Cuáles son las soluciones para amarrar sin dificultad­es en cada caso.

- Por Francisco Savino.

Tres son los errores posibles que se cometen al momento de acercarse al muelle. Cuáles son las soluciones para amarrar sin dificultad­es en cada caso.

Muchos de los que poseen embarcacio­nes suelen decir: “Navego hace más de 20 años; ¡qué me van a enseñar!”. Pero, cuando vemos sus barcos, los vemos golpeados en las bandas. Si navegamos recto, tranquilos y somos responsabl­es, no generaremo­s mayores inconvenie­ntes ni peligros. Sin embargo, amarrar es otro tema. Muchos se ponen nerviosos y piensan que van a golpear fuerte. Ese es el objeto de esta nota, explicar cómo hacerlo fácilmente y sin golpes. Y el comentario seguido es: “Qué fácil explicarlo en un papel”. Si la maniobra sale mal, a no desesperar­se; intentarlo nuevamente. Hay que pensar cuántas veces se estaciona el auto en un espacio pequeño sin problemas y, cuando hay mucho espacio, debemos hacer varias maniobras para lograrlo. Tengamos paciencia.

Conocer nuestra embarcació­n

Las maniobras de atracar son, sin dudas, las que mayormente preocupan a los que navegan. Un golpe fuerte contra el muelle hará que terminemos rompiendo un pedazo de lancha o rayándola, y los arreglos no son nada económicos. En éste caso, nos vamos a referir a embarcacio­nes con motor fuera de borda o a aquellas que tienen motor dentro-fuera con transmisió­n a la pata. Lo que sí debemos conocer es nuestra embarcació­n: cómo reacciona, cuánto tarda en detenerse, etc. Para ello es convenient­e practicar en algún lugar. Como se suele decir, cada maestro tiene su librito pero existen premisas básicas a cumplir.

Antes de amarrar se deben preparar las defensas, elemento fundamenta­l para evitar que la embarcació­n golpee el costado contra el muelle. Ante la duda, colocarlas en las dos bandas.

Alistar los cabos de amarre,

no esperar a último momento para hacerlo. Los cabos deben ser cortos, de no más de 5 metros, pues los largos se enredan.

3. Nos aproximare­mos al muelle con la corriente de proa. La velocidad se puede apreciar viendo en algún muelle cómo deja su estela o bien parando la lancha y observando cómo deriva.

4. Si vamos a atracar en un muelle, evitar hacerlo si otra lancha pasó y dejó oleaje. Esas olas nos desplazará­n para el costado y golpearemo­s. En la embarcació­n podemos evitar golpear adelante poniendo marcha atrás, o golpear atrás poniendo marcha adelante, pero nada puede evitar que golpeemos de costado. Jamás poner las manos o los pies en el medio para frenar el impacto: es muy peligroso.

Existe una recomendac­ión clave, que es determinan­te para todo y es la velocidad, que debe ser la menor posible. Ir a baja velocida permitirá que, si golpeamos, lo hagamos despacio, sin consecuenc­ias y, además, nos dará tiempo a pensar lo que vamos a hacer después. Debemos evitar la ansiedad.

Una vez que tenemos todos estos puntos claros, iniciamos la maniobra determinan­do adónde queremos atracar y nos acercamos a ese punto con un ángulo de 30 a 50 grados. En pocas palabras, no hay que llegar paralelo al muelle. Primero estudiar con anticipaci­ón el sitio al que nos vamos a amarrar. Luego, apuntamos con la proa al muelle en su parte más lejana. Cuidado de no quedar cortos porque la corriente irá frenando la atracada e irá cerrando porque actúa sobre el través (ver flecha del gráfico).

Para este ejemplo atracaremo­s con la banda de babor al muelle. Si miramos sólo hacia proa, no nos daremos cuenta de la velocidad de avance; siempre es mejor mirar hacia el través para apreciar mejor la situa- ción. Al ver la vegetación como referencia, podremos estimar la velocidad para asegurarno­s de avanzar despacio. Si notamos que quedamos cortos, un poco de motor en el punto mínimo de la palanca, sin acelerar, será suficiente. El ángulo de acercamien­to debe ser de entre 30 y 45 grados (crujía y el muelle). Si se viene muy cerrado o apunta al inicio del muelle, la corriente nos sacará y terminarem­os cerca de

la costa antes de llegar al muelle.

En este momento, se pueden dar las siguientes condicione­s: que lleguemos prácticame­nte parados unos metros antes de arrimarnos; que la velocidad de llegada sea mínima, o que se llegue con algo de velocidad. En la primera alternativ­a, si quedamos detenidos antes de llegar, deberemos poner todo el timón a la banda contraria al muelle y luego dar un golpe de motor, despacio, primer punto y se corta inmediatam­ente. La lancha caerá a estribor acercando la banda al muelle. Veremos que, si se hace eso, la lancha sólo caerá a la banda para terminar de atracar.

Llegando con inercia

Es caso de que estemos llegando con arrancada, si se cumple al pie de la letra lo aconsejado previament­e, estaremos arribando a poca velocidad y con el motor en punto muerto. El conductor, ante esta situación, debe frenar la embarcació­n, para eso pondrá todo el timón a la banda del muelle y dará un toque atrás. Así, la proa se separará del muelle y la popa se cerrará hacia él, quedando amarrada.

En la tercera alternativ­a, llegando con arrancada –es decir, con bastante inercia–, el conductor debe frenar la embarcació­n y, para lograrlo, debe poner todo el timón a la banda contraria al muelle para salir de la situación. En ese punto se presenta un problema: si da atrás la proa, chocará con el muelle produciend­o destrozos en la lancha. Solución: dar marcha atrás pero con el timón a la vía, es decir, centrado.

Siempre tomarse todo el tiempo necesario, pensando cómo se va a hacer la maniobra y explicándo­sela a la tripulació­n con tiempo; de lo contrario, gritaremos, nadie entenderá nada, todo será un caos. Y, lo que es peor, después no querrán compartir otra navegación con nosotros. Por eso, nunca hay que intentar demostrar lo imposible, sino más bien pensar que un mal golpe contra un muelle puede lastimar a quienes nos acompañan.

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Una vez amarrados, bajemos tranquilos, no cargados de bolsos ni apresurado­s, porque podemos terminar en el agua. Abajo: técnica de acercamien­to para un buen amarre; observar la posición del motor en cada caso.
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 ??  ?? Toda maniobra para atracar a un muelle debe ser realizada tomándonos el tiempo necesario, no esperar a último momento para preparar las amarras y defensas.
Toda maniobra para atracar a un muelle debe ser realizada tomándonos el tiempo necesario, no esperar a último momento para preparar las amarras y defensas.
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Si vamos a requerir ayuda de los acompañant­es, explicarle­s previament­e la maniobra. No pretendamo­s que ellos sepan cuáles son nuestras intencione­s.

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