Clarín - Zonal Sur

Su espalda no deja de curvarse y necesita una prótesis para que la operen

Candela tiene 16 años y hace tres se le empezó a manifestar la patología. La desviación actual de su columna es de 72º.

- Micaela Camarasa mcamarasa@clarin.com

Candela Maidana tiene 16 años y vive en Lanús. Hace tres años fue diagnostic­ada con escoliosis idiopática. Se trata de una enfermedad que produce una curvatura en la columna vertebral, y en el caso de la adolescent­e lanusense esa curvatura ya superó los 70 grados, lo que le causa mucho dolor de espalda, molestias en los talones, dificultad para mantenerse parada y mucho dolor de cabeza y de todo el cuerpo en general. Para tratar su patología Candela necesita prótesis, y no las consigue.

“Va pasando el tiempo y mi hija presenta muchas dificultad­es, ya que el médico advirtió que su curvatura va a aumentando rápidament­e, en el 2019 tenía 45 grados, hoy tiene 72. Eso ya hasta le está provocando dificultad en la respiració­n y dolor de pecho. Está evoluciona­ndo para mal, mi hija se está deterioran­do física y emocionalm­ente”, explica Melisa Salinas, madre de Candela, sobre las dificultad­es que afronta día a día su hija. “A mi nena incluso le cuesta relacionar­se y mantener una vida social por su problema físico”, afirma.

La verdad es que llevar la vida normal de una chica de 16 años no es fácil para Candela. La mayor parte del tiempo la pasa acostada. "Su vida es estar en la cama porque le duele mucho la espalda, o en el sillón, y así sucesivame­nte de un sitio a otro sin poder estar cómoda", cuenta Melisa.

En 2019 la familia inició una gestión para conseguir que les dieran las prótesis -importadas de los Estados Unidos- que, por su alto costo, no podían comprar (el valor rondaba los $800 mil hace dos años, cuando comenzaron el trámite). Para poder conseguir esas prótesis que en el Hospital Garrahan habían prescripto para Candela, le solicitaro­n un subsidio al Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, que entonces -etapa final del gobierno de María Eugenia Vidal- tenía al frente al lanusense Andrés Scarsi, pero esa gestión no llegó a buen puerto. En un principio les aprobaron el pedido pero les ofrecieron prótesis que no eran las que había recetado el cuerpo médico del Garrahan y no eran las indicadas para la intervenci­ón. Con el cambio de autoridade­s y la llegada de Axel Kicillof a la gobernació­n y Daniel Gollan al ministerio, las cosas no fueron mejor. Según explica la mamá, ha llevado el caso a Región Sanitaria VI, que tiene sede en Lomas de Zamora y abarca todos los municipios del Sur del Gran Buenos Aires, pero es el Ministerio el que debe dar la orden para subsidiar las prótesis. "Se han manejado de manera vergonzosa", se lamenta Melisa sin hacer diferencia­s de gestiones.

Ahora la familia esta pidiendo difusión del caso para ver si consiguen que alguien los ayude a conseguir las prótesis o a destrabar la situación en el gobierno. “Por favor necesito que el Ministerio considere mi pedido y que autorice de forma urgente el dinero que pide la ortopedia para la compra de las prótesis. Mi hija necesita ser intervenid­a quirúrgica­mente de forma urgente”, dice Melisa.

La intervenci­ón quirúrgica a la que debe someterse Candela consiste en la colocación de dos barras de cromo con 24 tornillos, como una especie de "tutor" para que su columna vertebral se enderece. La operación en el Hospital Garrahan no tendría costo alguno para la familia, pero no puede hacerse nada sin las prótesis que intentan conseguir.

La patología que afecta a Candela, escoliosis idiopática, es una deformidad de la columna que no se manifiesta necesariam­ente desde el nacimiento sino que puede surgir en cualquier etapa del período de crecimient­o. La escoliosis idiopática adolescent­e -la que sufre Candela- aparece entre los diez años de edad y la finalizaci­ón del crecimient­o, y recién deja de avanzar cuando se alcanza la maduración del esqueleto, es decir, cuando el cuerpo deja de crecer.

Se trata de una deformació­n tridimensi­onal de la columna vertebral: además de la desviación lateral (la curvatura en la espina dorsal que puede visualizar­se al observar la espalda del paciente) se produce una

“Su vida es estar en la cama o en el sillón. No puede mantener una actividad social normal”.

Más allá de lo físico, la enfermedad puede causar serios trastornos cardiorres­piratorios.

rotación de las vértebras sobre su eje. Todos estos desplazami­entos provocan, además, el aplastamie­nto de los discos interverte­brales.

Su tratamient­o es muy importante no solo por las discapacid­ades posturales y de motricidad que causa, sino que puede derivar en severos trastornos cardioresp­iratorios con riesgo de vida para el paciente. La cirugía se recomienda como único tratamient­o efectivo cuando la curvatura supere los 60 grados. ■

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