Platense se adapta a la crisis entre la renovación de contratos y las inferiores
Promovió a tres jóvenes y cerró la continuidad de varias figuras. El plantel retomó las prácticas virtuales.
Platense retomó los entrenamientos virtuales luego de que el plantel finalizara sus 20 días de licencia por vacaciones y lo hizo con la buena noticia de que varias figuras renovaron sus contratos, también con algunas bajas y con nuevos integrantes de las inferiores que subieron a Primera: se trata del arquero Augusto Alcorcel, el delantero Nadir Zeineddin (ambos categoría 2000) y el zaguero Marco Pellegrini, quien tiene apenas 17 años y nació en 2002.
Entre los jugadores destacados que renovaron figuran el capitán Hernán Lamberti, el arquero Jorge de Olivera, el zaguero Gastón Suso y el wing derecho Facundo Curuchet. La dirigencia aún aguarda por la decisión del delantero Joaquín Susvielles, quien recibió una oferta para extender su vínculo y aún no respondió.
Además, Platense logró renovar
los préstamos del lateral derecho Cristian Marcial y del delantero Matías Tissera, cuyos pases pertenecen a Racing y a Newell´s.
En cuanto a las bajas, hubo seis:
Manuel Capasso, Javier Rossi, Gonzalo Bazán, Alfredo Ramírez, Nahuel Clavero y Leonardo Baima.
“Haber llegado a Primera fue lo más lindo que me pudo pasar en la vida: es fruto del sacrificio que vine haciendo, de dejar cosas de lado. Que te reciban en un plantel de Primera es lo mejor que hay”, reconoce emocionado Zeineddin, quien mide 1,87 metros y juega de nueve.
“Fue todo increíble: estaba en mi casa y me llamó el manager, Juan Amador Sánchez: cuando me dijo que iba a estar en el plantel de Primera no lo podía creer”, explica el zaguero Pellegrino, quien la semana que viene cumplirá la mayoría de edad.
Otro que se muestra muy feliz es el arquero Alcorcel: “Esto es un premio al esfuerzo, pero más que nada para toda mi familia, que me bancó siempre e hizo esfuerzos para que yo pueda entrenar. Me enteré de la noticia porque Hernán (Lamberti) armó un grupo de WhatsApp del nuevo plantel de Primera y estaba yo, no lo podía creer. ■