Clarín - Zonal Oeste

El crimen de un pastor gay que luchó para ser aceptado y fue un ejemplo

Se cree que a Fabián Kreischer lo mataron por ser homosexual. Sus fieles, entre el dolor y el reconocimi­ento.

- MatíasMora­les mmorales@clarin.com

Una historia de compromiso con la ampliación de derechos y de lucha contra los prejuicios. Así podría definirse la vida del pastor evagelista Fabián Kreischer, que terminó demasiado pronto e injustamen­te, con un crimen que conmocionó a su comunidad religiosa y a los fieles de San Miguel que escuchaban su palabra en la pequeña iglesia donde profesaba.

Al predicador de la Iglesia Evangélica Luterana Unida San Pablo lo hallaron sin vida el martes 9, atado de pies y manos a una cama y con 17 cortes de arma blanca, en lo que se cree fue un crimen de odio homofóbico. Sucedió en el departamen­to donde vivía, muy cerca del templo que manejaba sobre la calle D'Elía al 1600, a pasos del centro comercial de ese partido del Noroeste bonaerense.

En el barrio todavía no salen del dolor y el espanto por lo sucedido, mientras esperan que la justicia pueda dilucidar el hecho y halle a los responsabl­es del asesinato de un hombre que luchaba, junto a su congregaci­ón, por los derechos de la comunidad LGBTQIA+ y causas como la despenaliz­ación del aborto, recienteme­nte conseguida. Su propia vida estuvo atravesada por estos temas: Fabián era gay, tenía VIH, y siempre debió hacer un esfuerzo extra para ser aceptado como pastor y poder cumplir con la vocación de difundir la palabra de Dios.

Kreischer era descendien­te de alemanes, nació y vivió en Misiones, dentro de una comunidad de inmigrante­s y toda su familia formaba parte de la iglesia luterana. Por momentos, a él no le resultó nada fácil encontrar un lugar como creyente y futuro predicador, ya que representa­ban una corriente un tanto conservado­ra.

Fabian habia entrado en crisis porque no se sentía parte de la iglesia donde asistía su familia, aunque no se cuestionab­a su vocación religiosa. Decidió entonces estudiar el Bachiller en Teología en el Instituto Superior Evangélico de Estudios Teológicos en Buenos Aires (ISEDET), con el objetivo de encontrar su espacio y ser ordenado (obtener la función de pastor) dentro de una iglesia, sin la necesidad de ocultar que estaba en pareja con un hombre y que tenía VIH.

Si bien Fabian podía estudiar teología, para ser pastor necesitaba que lo solicitara­n desde alguna congregaci­ón y luego ser aceptado por mayoría en asamblea. Debió tener paciencia: asistió a la iglesia Evangélica Luterana Unida de San Pablo en San Miguel durante dos años, como aspirante a pastor, y se convirtió en uno de los predicador­es que más esperó para ser aceptado como responsabl­e de un templo.

Durante ese lapso, cuentan los miembros de la congregaci­ón, Fabian temía que nunca se solicitara su pastorado, pero a medida que lo fueron conociendo, los fieles “se enamoraron” de su capacidad para comprender al otro y de generar vínculos sanos y valiosos; de su paciencia. Al conocerlo, no dudaron en pedir por por

La Iglesia de D’Elía al 1600 donde predicaba, en San Miguel. carta que él se convirtier­a el pastor de la iglesia, acompañada por decenas de firmas, muchas de adultos mayores descendien­tes de inmigrante­s de Hungría, Letonia y Alemania, entre otros.

En aquel entonces, algunas autoridade­s que debían aceptar el pedido desde la Iglesia de San Pablo, votaron que no. Pero una vez que hubo una mayoria que lo habilitó como el próximo pastor, los que inicialmen­te no estaban de acuerdo lo abrazaron, lo felicitaro­n y se dieron la oportunida­d de conocerlo. "Terminaron comprendie­ndo que Fabian junto a su pareja eran iguales a cualquier pareja “heterosexu­al", cuentan quienes ahora recuerdan aquel proceso con profunda admiración y el dolor por el trágico presente.

Fue en la congregaci­ón de San Pablo donde Kreischer conoció a su última pareja, Néstor. Llegaron a compartir 10 años, desde 2008 a 2018, y juntos se

ganaron el afecto de toda la congregaci­ón. Fabián vivía en el departamen­to pastoral, al costado de la iglesia y Néstor trabajaba de docente e iba desde el viernes a la tarde hasta el fin de semana para compartir momentos y asistir a las reuniones.

En octubre del 2018, el compañero de vida del pastor falleció. Un tiempo atrás, le había regalado a Fabián una perrita llamada “Luna”, que de algún modo durante los últimos años se convirtió para él era en un nexo con Néstor. Hoy, en la congregaci­ón, no son pocos los que se preocupan por la mascota, que quedó al cuidado de un integrante de la comunidad.

“Cuando murió Fabián, la perrita no tenía donde ir y se quedó conmigo. Es el día de hoy, que desde la congregaci­ón, preguntan cómo está Luna y me piden fotos. Todos los miembros de la iglesia me preguntan por Luna, y me doy cuenta que es una forma que tienen de conectarse con Fabi. La preocupaci­ón por Luna es como decir; Fabi sigue estando con nosotros.”, analiza Federico, uno de los fieles de la Iglesia de San Pablo.

Una vez ordenado, Fabián no sólo pudo cumplir con su vocación. Lo hizo de forma superlativ­a, sin dejar dudas en nadie. A tal punto, que durante el último periodo desempeñó el rol de vicepresid­e nte de la Iglesia Luterana Unida a nivel nacional. Su mandato finalizaba en este 2021 y se esperaba que en abril se realizara una asamblea para votar por las nuevas autoridade­s. En la iglesia de San Pablo nadie lo duda: si no hubiese sido por su trágico fallecimie­nto, iba a ser el próximo presidente. Iban a proponerlo y estaban convencido­s de que las demás congregaci­ones lo aceptarían.

En las próximas semanas, en cambio, los fieles de la pequeña iglesia de San Miguel deberán reunirse para solicitar a las autoridade­s nacionales luteranas que les designen un pastor o que se acerquen de alguna iglesia cercana. Por el momento, no pueden celebrar un culto en honor del pastor asesinado: la mayoría de los integrante­s de la congregaci­ón son mayores y la pandemia no lo permite.

Mientras, todos tienen muy claro lo que Fabián significó y significa para ellos. "Su recuerdo quedará en la vida de cada persona que conoció; acompañó a toda una comunidad y a muchos chicos que le pedían consejos sobre cómo encontrar un espacio donde se pudieran sentir seguros", lo sintetiza uno de los fieles de la iglesia.

“Las personas que asistían a su iglesia me contaron que siempre se ponía en el lugar del otro y si se presentaba alguien de forma violenta, la dejaba pasar y después le buscaba la forma de encontrar una solución. Además, me expresaron que si estuviese entre nostros, Fabian hubiera perdonado a su asesino”, dijo el periodista local Hugo Ramirez, de Diario Efecto.

Fabián estaba en búsqueda de una nueva pareja porque le pesaba la soledad, tenía ganas de enamorarse de otra persona pero siempre se acordaba de Néstor. Se especula con que esa búsqueda fue la puerta de entrada para un engaño que terminó en lo que se entiende como un crimen de odio homofóbico.

El Observator­io de Crímenes de Odio LGTBQIA+ entiende a este tipo de crímenes como un acto voluntario consciente, generalmen­te realizado con saña. Por los indicios, el caso de Kreischer podría ser encuadrado en ese tipo de acciones, basadas en el rechazo, desprecio, odio y/o discrimina­ción a personas históricam­ente vulneradas.

Se entiende que los crímenes son de odio y discrimina­ción cuando son cometidos por personas que se arrogan el derecho de decidir sobre la vida y las elecciones sexuales de los demás, a partir de un discurso moral que no admite la diversidad.

En 2020, el Observator­io junto a la Federación LGTBQIA+, la Defensoría LGTBQAI+ y la Defensoría del Pueblo de Buenos Aires, presentó estadístic­as que registraba­n que en seis meses, de enero a junio de ese año, se habían cometido 69 crímenes de odio. De todos los asesinatos de este tipo contabiliz­ados en ese semestre por las entidades que protegen los derechos de las divergenci­as de género, el 46% de los casos (32) correspond­ían a lesiones al derecho a la vida. ■

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Vacío.
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Predicar la palabra. Esa fue la vocación de Fabián, que a los 18 años dejó Misiones en busca de una congregaci­ón que no se la negara por ser gay.

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