Según una experta de la Untref, el teletrabajo crecerá aun más en el GBA
Sofía Scasserra analizó los cambios en barrios y empresas. Mejorar el transporte, clave para la próxima etapa.
“Quedate en casa”, fue la frase que hace un año cambió la realidad de miles de argentinos. Los hábitos tuvieron que adaptarse de manera drástica a la nueva realidad que obligaba a trasladar todas las actividades al ámbito del hogar con la ayuda de la tecnología y de un poco de imaginación.
Las casas se convirtieron en oficinas y en gimnasios improvisados, las clases pasaron al entorno virtual y las recetas de pan de masa madre colmaron las redes sociales.
A medida que la cuarentena se fue haciendo menos rígida, las actividades fueron volviendo poco a poco a la normalidad, o a la “nueva normalidad”, pero el teletrabajo llegó para quedarse y son muchas las empresas que, un año después, hoy eligen que sus empleados trabajen de manera remota.
Sofía Scasserra, economista, docente e investigadora del Instituto del Mundo del Trabajo "Julio Godio", de la Universidad de Tres de Febrero (Untref), hizo un análisis sobre el teletrabajo y la necesidad de organizar “las reglas de juego” para evitar que una pandemia de agotamiento mental azote al mundo una vez que termine la del Coronavirus.
“El desafío del teletrabajo venía ganando adeptos y ya había muchas empresas, sobre todo las más modernas y tecnológicas, que ofrecían esa posibilidad a sus trabajadores. Pero la pandemia nos arrojó a casi todos a esta modalidad. Lo cierto es que la fusión de la vida laboral en el espacio familiar fue una pesadilla: falta de infraestructura, de espacio, sin conexión buena a internet, con interrupciones casi constantes sobre todo para las familias con niños pequeños, fueron la realidad de millones de trabajadores alrededor del mundo”, explica la especialista.
Esta modalidad, señala, tiene sus ventajas y desventajas tanto para la empresa como para los empleados y, como llegó para quedarse, comenzó a ser elemental el tratamiento de leyes que la regulen.
“Una encuesta de la Fundación Foro Sur indica que el 84% de las mujeres encuestadas prefieren teletrabajar en modalidad total o mixta por sobre la presencialidad total. Y 8 de cada 10 empresas continuarán con la jores puestos sin la necesidad de mudarse y que esto hace que el trabajo sea más federal.
“En Buenos Aires se está viendo que mucha gente se mudó al Conurbano porque tienen más espacio, árboles, tranquilidad y alquileres más baratos. Esto va a beneficiar a los sectores más alejados de Capital pero, para aprovecharlo, será imprescindible que fortalezcan la conectividad y el transporte, porque el sistema va a tener a ser mixto entre teletrabajo y presencial”, asegura.
Un estudio realizado por la consultora Adecco después de un año de teletrabajo masivo concluyó que los argentinos se adaptaron al home office, pero trabajan más horas.
Según la encuesta que abarcó a más de 3.700 trabajadores, en los primeros meses de cuarentena el 42% trabajaba más horas que cuando concurría a la oficina.
Luego de casi un año, esta tendencia se revirtió ya que en la actualidad un 51% aseguró haberse acostumbrado y acomodó sus tiempos para no trabajar más que cuando estaba en la oficina. Sin embargo, las jornadas laborales más largas que en la “normalidad” se mantienen para casi un 38% de los que participaron en la encuesta.
Además, un 91% de los consultados aseguró no haber recibido ninguna ayuda por parte de su empleador para el pago de Internet, luz o algún otro servicio. Sin embargo, y pese a ello, la mitad estaría muy contenta de poder trabajar bajo el modelo híbrido de algunos días en la oficina y otros en casa.
Un 56% manifestó que su situación económica empeoró desde que llegó la pandemia, mientras que para un 33% de los argentinos se mantiene igual que un año atrás, más allá de las condiciones de trabajo. En tanto que para un 10% es mejor que antes de la llegada del Covid-19 al país. ■