EN PORTADA
Zehn Orte des Weltkulturerbes, die Buntheit und Vielfalt Mittelamerikas erahnen lassen: Egal, ob Sie im Urwald Jaguare beobachten, beim Tauchen Rochen und Delfine begrüßen, Mayastätten durchwandern oder Kolonialstädte besuchen – zwischen Guatemala und Pan
Maravillas de Centroamérica Zehn Orte, die Sie unbedingt sehen müssen
EEn Centroamérica podemos sumergirnos en lo profundo de la selva, deslizarnos entre las copas de los árboles, o sortear en una canoa los rápidos de caudalosos ríos. Además, podemos descubrir imponentes yacimientos arqueológicos en medio de la tupida selva o recorrer las calles adoquinadas de hermosas ciudades coloniales. No sólo eso, el subcontinente es multiétnico, reúne una gran variedad de pueblos como los lenca, maya, bribri, ngäbe, náhuat-pipil, mopan, garífuna, misquito, chorotega, emberá o los kuna, que son fundamentales para la conservación de la riqueza natural de América Central. Esta hermosa tierra, puente entre las dos Américas, nos ofrece toda la variedad de paisajes que un viajero necesita. ECOS ha hecho una selección de diez impresionantes lugares y parques que han sido declarados Patrimonio de la Humanidad, y que usted no debería perderse.
Belice Barrera de Arrecifes
La Barrera de Arrecifes de Belice es la formación de coral vivo más grande de América y la segunda del mundo, después de la Gran Barrera de Arrecifes de Australia. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1996, y está formada por una serie de arrecifes que incluyen 450 cayos y tres atolones o islas de coral en forma de anillo. La reserva tiene unos 960 kilómetros cuadrados y se ubica frente a las costas de la península de Yucatán en Belice.
La barrera de Belice es un refugio para especies amenazadas como el manatí o las tortugas marinas boba, verde y carey, y hábitat de cerca de 500 especies de peces y dos tipos de corales, entre otros.
Una de las maravillas naturales de este lugar es el llamado “Agujero azul” (Blue Hole), cuyas paredes verticales descienden a unos 120 metros de profundidad, formando una circunferencia magnífica de un azul cobalto perfectamente distinguible desde el cielo. En su interior, el “Agujero azul” tiene estalactitas y estalagmitas, y en él viven numerosos tiburones, además de invertebrados, esponjas marinas y multitud de peces de colores que fascinan a los submarinistas.
Costa Rica Parque Nacional Isla del Coco
La Isla del Coco está ubicada en el océano Pacífico, a unos 535 kilómetros de Costa Rica. Es un paraíso verde y exuberante que ha conservado su gran diversidad de vida silvestre y marina, gracias a la lejanía del continente americano. La isla fue descubierta por el español Juan Cabezas, en 1526, y fue utilizada como refugio de piratas en siglos pasados. En 1967, Isla del Coco fue declarada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad.
Los amantes de la naturaleza encuentran aquí un lugar único por su flora y fauna, marina y terrestre, con gran cantidad de especies endémicas. Su costa está formada por acantilados, que llegan a una altura de 180 metros, y tiene varias cuevas a las que sólo se puede acceder por mar. Sus fondos marinos son ideales para el buceo y la observación de tiburones martillo y aleta blanca, rayas, atunes, delfines y dorados.
Costa Rica / Panamá
Parque Internacional La Amistad
Gracias a su ubicación geográfica, la cordillera de Talamanca y el Parque Nacional Amistad forman un corredor de contacto entre la fauna y flora de América del Sur y del Norte. Esta inmensa reserva natural conocida como PILA (Parque Internacional La Amistad) está cubierta de bosque tropical lluvioso, y es habitada por varias tribus indígenas, tales como los naso, bribri y ngäbe-buglé. En total son más de 400 000 hectáreas entre ambos países protegidas por
varios parques nacionales como: Chirripó, Quetzales o Tapantí en Costa Rica, y Bosque Protector de Palo Seco y Parque de la Amistad en Panamá.
Es uno de los pocos lugares del mundo que conserva intacto el bosque primario y da refugio a numerosos felinos americanos como el puma, el jaguar, el ocelote y el jaguarundi; a primates como el mono araña, tamarín o el aotus; a mamíferos como el oso hormiguero, perezoso, el tapir o el saíno; y a una gran variedad de aves, como el hermoso quetzal, el colibirí, el águila arpía (ave nacional de Panamá) o el yigüirro (ave nacional de Costa Rica), entre cientos de animales más.
El Salvador Joya de Cerén
El Sitio Arqueológico Joya de Cerén, también conocido como la Pompeya de América, es una aldea preco lombina de arquitectura doméstica que fue sepultada repentinamente por una erupción del volcán Laguna Caldera en el año 600, al igual que la ciudad romana de Pompeya. La ciudad es un testimonio de la vida cotidiana de los antiguos pobladores de América por su perfecto estado de conservación.
La Joya de Cerén pertenece al periodo clásico tardío de la cultura maya (600-900 d. C.). En 1976 fue descubierta una primera estructura, y hasta el momento han sido excavadas diez. Sus estructuras habitacionales están formadas por dormitorio, bodega y cocina, además de un lugar para ceremonias religiosas. En el yacimiento se encontraron malacates, vasijas llenas de maíz y frijoles, navajas de oxidiana, conchas, metates (piedras de moler), etc. En 1993 la UNESCO incluyó Joya de Cerén en la lista del Patrimonio de la Humanidad.
Otro sitio arqueológico de gran importancia ubicado en las cercanías es San Andrés, que data de los años 900 a. C.-1200 d. C. El yacimiento, de 35 hectáreas, es uno de los más grandes del país. La acrópolis tiene varias pirámides y un museo con los utensilios hallados en este lugar.
Guatemala Parque Nacional Tikal
Este hermoso país centroamericano tiene tanto que ver, que amerita quedarse en él un par de semanas. Pero si tenemos poco tiempo, no dejemos de visitar el Parque Nacional Tikal, uno de los más importantes de la civilización maya; el Parque Arqueológico de Quiriguá; y la bella ciudad colonial de Antigua; todos declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
De los periodos clásico (250-900 d. C). y postclásico (900-1500 d. C.) de la civilización maya se conservan la mayor cantidad de yacimientos arqueológicos; en la selva del Petén de Guatemala, el más famoso de ellos es Tikal, cuyo nombre significa “lugar de valor”, y es la ciudad maya más grande que se ha estudiado hasta ahora. Incluso empleando una técnica láser parecida a un radar que se llama lidar (light detection and ranging), lograron ver que debajo de Tikal y el manto selvático que lo rodea se escondían 60 000 edificios mayas, que incluyen tumbas, palacios y pirámides.
Parque Arqueológico de Quiriguá
El tamaño y la belleza de sus estelas, zoomorfos y altares ha hecho que el yacimiento arqueológico de Quiriguá tenga una gran importancia en el estudio de la cultura maya, pues relatan los acontecimientos políticos y militares de la época. A estos monumentos se unen cientos de fragmentos de esculturas que estuvieron adosadas a las estructuras del yacimiento, y que han sido almacenadas para su estudio y conservación.
El yacimiento se encuentra a orillas del río Motagua, y tiene unos tres kilómetros cuadrados en los que se hallan 15 monumentos, como los palacios de Cauac Cielo y Jade Cielo, el último rey de Quiriguá, o la estela E, la más grande del mundo maya, con 10,6 metros de altura y esculturas talladas por los cuatro lados.
Antigua
Antigua está situada en el valle de Panchoy, rodeada por los imponentes volcanes de Agua, Acatenango y de Fuego. Este último volcán hizo erupción en julio del año pasado, causando decenas de muertos y graves daños materiales.
La ciudad, que está ubicada a 40 kilómetros de la capital de Guatemala, fue declarada Patrimonio de la Humanidad en el año 1979.
Fue fundada por Pedro de Alvarado en 1524 con el nombre de Santiago de los Caballeros, y fue la capital del país hasta 1773, cuando un terremoto la destruyó en gran parte y obligó al gobierno a trasladar su sede a un lugar más seguro. Antigua permaneció entonces semiabandonada, por lo que se conservó detenida en el tiempo.
Antigua es una ciudad para pasear por sus calles adoquinadas, visitar sus iglesias, haciendas y sus pequeñas casas multicolores que encierran jardines llenos de flores. En Antigua no se conocen ni las prisas ni el estrés, aquí todo anda a un ritmo más lento y más humano.
Honduras Ruinas mayas de Copán
Honduras forma parte de la Ruta Maya, un recorrido de más de 500 000 km2 por cinco países tras las huellas de esta antigua civilización mesoamericana. Precisamente es el legado de esta cultura lo que vamos a ver en Honduras: Copán, la más artística de las ciudades mayas, una ciudad descentralizada, que tenía su propia autonomía y gobierno. Los mayas no conformaron un imperio con un gobernante que dominaba todo el territorio, sino que se organizaban en ciudades-estados, con igualdad de derechos, aunque a veces unos reyes muy poderosos dominaran sobre otras ciudades.
Las ruinas de Copán fueron descubiertas en 1576 por el español Diego García de Palacio, pero recién en el siglo XIX fueron excavadas y se iniciaron los trabajos de restauración.
Copán era una de las ciudades mayas más importantes. Se cree que fue abandonada en el siglo X d. C. Es llamada “la ciudad de los reyes”, porque guarda el mayor número de esculturas mayas del mundo, en las que están representados los 16 reyes que tuvo la ciudad. La ciudad atesora ocho templos mayas y la famosa Escalera Jeroglífica, con más de mil bloques de piedra esculpidos, que conforman el texto labrado
más largo de América. Las estelas de Copán muestran no sólo a los reyes, representantes del poder en la tierra, sino también a los dioses del cielo y del inframundo. Los mayas daban gran importancia a la astrología, que determinaba las actividades de la vida pública y religiosa. En su cosmovisión existían tres niveles: lo celeste, lo terrenal y lo inframundano. Esta trilogía se manifestaba no sólo en su arquitectura, por ejemplo: pirámide, altar y estela, sino también en sus expresiones religiosas, además de darle poder y legitimación a sus gobernantes.
Nicaragua Isla de Solentiname
En este archipiélago ubicado en el Gran Lago de Nicaragua, el poeta Ernesto Cardenal creó una utopía artística que permitió a decenas de campesinos y a sus familias salir de la pobreza extrema y dedicarse a la pintura primitivista. Cardenal llegó al archipiélago en los años sesenta del siglo XX, y ayudó a los campesinos a cambiar su vida. Llevó al maestro Roger Pérez de la Rocha, quien les enseñó a pintar, y les asesoró en la distribución de sus obras. Hoy este archipiélago, con sus casas de madera pintadas de intensos colores, da albergue a grandes pintores primitivistas.
Los cuadros primitivistas se pueden comprar a los artistas directamente, y los precios varían, según el tamaño y calidad de la pintura, entre los cien hasta cinco mil dólares. Los pintores primitivistas representan la belleza del paisaje nicaragüense: su flora y fauna silvestre, escenas de la vida cotidiana de los campesinos y pescadores del lago, así como sus colo ridas casas y sus iglesias.
A sus 93 años, Ernesto Cardenal es hoy un perseguido político por criticar al gobierno de Daniel Ortega. En los últimos meses, Nicaragua ha sufrido una crisis sangrienta que ha dejado un saldo de más de 300 personas muertas. La crisis se inició con las manifestaciones en contra de una reforma de la seguridad social, y se convirtió en un grito nacional que pide la salida del presidente Ortega. Al cierre de esta edición, no se había llegado a ningún acuerdo entre el Gobierno y la población.
Panamá Parque Nacional Coiba
Las aguas del Parque Nacional Coiba protegen un gran número de especies marinas como delfines, ballena jorobada, orcas, tiburones, manta rayas o tortugas marinas, arrecifes coralinos y manglares. Más de 700 especies de peces, entre ellas, jureles, pargos, barracudas o pez espadas, habitan este parque que
fue declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad en 2005. El parque tiene una extensión de 493 km2 e incluye unas 40 islas. La más grande es la isla de Coiba, que da nombre al parque y que durante décadas fue una colonia penal, lo que facilitó la conservación de la flora y fauna tanto terrestre como marina.
El parque es ideal para actividades como el buceo, por ejemplo en la bahía Damas, que posee un extenso arrecife coralino, o las caminatas por el bosque tropical húmedo, que nos permiten la observación de aves, entre ellas el águila arpía o la lapa roja, y de serpientes como la coral o la de terciopelo, así como los monos aulladores y carablanca, y más de 30 especies de mamíferos.
Esta es una selección de sitios declarados Patrimonio de la Humanidad en América Central; hay otros más que no hemos reseñado, como el Área de Conservación de Guanacaste y las Esferas de piedra precolombina del río Diquis, en Costa Rica; la Reserva de la Biosfera del río Plátano, en Honduras; las Ruinas de León Viejo o la Catedral de León, en Nicaragua; las fortificaciones en el Caribe de Portobelo y San Lorenzo; el Parque Nacional del Darién; el sitio arqueológico de Panamá Viejo; o el Distrito Histórico de Ciudad de Panamá, en Panamá.
De hecho, existe una Ruta por los sitios declarados Patrimonio Mundial en Centroamérica que puede realizarse en unos 23 días. También pueden recorrerse solo los parques naturales o los sitios arqueológicos según la temática que se prefiera. Nosotros les recomendamos una mezcla de sitios para descubrir la belleza de este subcontinente multiétnico y multidiverso.
Más información en www.visitcentroamerica. com/experiencias/patrimonio-la-humanidad.