Latinoamérica en el reciente Festival de San Sebastián.
El Festival terminó ayer, pero la participación latinoamericana no deja de ser comentada por la calidad y posición política de sus creadores
El chileno Ignacio Juricic sacudió el jueves las conciencias en el Festival de San Sebastián con su ópera prima “Enigma”, una película basada en un hecho real, el asesinato de una joven lesbiana, en la que el realizador destapa la cultura del silencio en su país.
Hace sólo dos semanas, el Congreso de los Diputados chileno aprobó la Ley de Identidad de Género y, desde el asesinato de Mónica Briones, en 1984, “obviamente las cosas han mejorado mucho”, pero siguen produciéndose ataques contra la comunidad LGTB, resalta Juricic en una entrevista con la agencia Efe.
“Enigma” nació a partir de la historia de Mónica, aunque el realizador se centró en el efecto que su muerte provocó en su familia más que en el hecho en sí.
Es más sobre “cómo se enfrentan los problemas en la familias”, ya que en Chile se tiende “a no hablar las cosas”.
Y eso es lo que muestra Juricic en una película que compitió en la sección Horizontes Latinos de San Sebastián, protagonizada por Roxana Campos como la madre de una joven lesbiana asesinada por su orientación sexual. Han pasado años del hecho, pero el dolor e incluso la vergüenza siguen latentes en la familia cuando un programa de televisión ofrece a la madre participar en la recreación del crimen.
Un tipo de programas que fueron muy populares en Chile hace años y que el realizador utiliza en su película para darle un tono de documental y ficción con el que se acerca a una familia numerosa, que no para de hablar, pero que en realidad no se dicen nada.
“Me gustó esa idea de una familia numerosa, de lugares siempre con mucha gente. Y, en medio, esa mujer que tiene ese gran dolor, pero que siempre está rodeada de muchas personas y no tiene un lugar para vivir su duelo”, indicó Juricic.
Una película que, de alguna manera, continúa la historia de su trabajo anterior, el cortometraje “Locas perdidas”, sobre un chico transformista.
Leyendo sobre esos temas tras realizar ese corto, Juricic llegó a la historia de Mónica Briones y comenzó a plantearse lo que significa la exposición mediática en la televisión.
El asesinato de la joven y la exposición mediática del caso
se unieron así en la historia de “Enigma”, para la que Juricic siempre pensó en Roxana Campos, una actriz de teatro, muy expresiva, con la que tuvo que trabajar intensamente para llegar a un papel casi silente.
“Éramos conscientes de ese desafío y nos preparamos en esa dirección”, resalta el realizador, que hizo muchos ensayos con los actores, aunque luego dejó un descanso de tres semanas antes de comenzar el rodaje para que llegaran frescos.
Una película que llegó a San Sebastián gracias al impulso que le dio el año pasado Cine en Construcción de Toulouse ( Francia), una sección que colabora con el certamen de San Sebastián para apoyar a proyectos latinoamericanos en la fase de posproducción.
Roma de Cuarón
Varios aspectos vinculan a “Roma”, de Alfonso Cuarón, con clásicos como “Roshomon” ( Akira Kurosawa, 1951), “Belle de Jour” ( Luis Buñuel, 1967) o “Azul” ( Krzystof Kieslowski, 1993): todas ellas han sido consideradas obras maestras, recibidas con fuertes ovaciones y rendido entusiasmo por la crítica y ganadoras a la postre del León de Oro del Festival de Venecia. Sin embargo, “Roma” plantea un antes y un después en la trayectoria de los certámenes de clase A ( Berlín, Cannes, Venecia y San Sebastián), pues fue la primera cinta en más de siete décadas ( 75 ediciones acumula la Mostra, la decana del ramo) que no se estrenará en salas de cine a pesar de haber conquistado un festival que se exhibe en pantalla grande.
En realidad, está por ver si la producción de Netflix dirigida por el mexicano no pasará por el cine tradicional, pues en la guerra abierta en los últimos tres años dentro del mundo cinéfilo entre la sala y las plataformas de video bajo demanda ( VOD), todos tendrán que ceder a la fuerza. Tanto es así que la propia Netflix aventuró que la cinta de Cuarón podría pasar por los cines incluso antes de llegar a la plataforma, una estrategia que aspira a situar a Netflix en la carrera de los Oscar (“Roma” representará a México en los premios) y limar asperezas con los grandes festivales.
“Roma” es una de las apuestas más ambiciosas de Netflix y se ha convertido en una de las Perlas del Festival de San Sebastián.