Mujeres y literatura, una antología de autoras cochabambinas
Parte del prólogo de Antología de Cuento y Poesía, que se presentará en la Feria Internacional del Libro
Desde el inicio de la escritura las mujeres estuvieron marginadas del oficio de escribir, cuando se inventó la imprenta la situación tampoco cambió, y tuvieron que luchar, como siguen haciendo hoy para que sus textos, sus opiniones, sus creaciones, sus sentimientos, sus inventos sean visibles. Así, por ejemplo, en los textos oficiales de literatura la presencia de mujeres escritoras, poetas y narradoras es aún escasa.
La historia registra algunos ejemplos de mujeres que no se sometieron al capricho de sus sociedades y no aceptaron los roles que les imponían los diferentes estadios sociales. Un ejemplo de mujeres transgresoras fue Safo de Lesbos, la décima Musa según Platón, que se cree nació en el 630 a. C, cuyos poemas nos siguen asombrando hasta hoy; en cambio poco conocidas fueron las mujeres trovadoras llamadas trobairitz, para la investigadora Irene Bebop: “Las trobairitz fueron mujeres poetas del siglo XII. Poco sabemos de ellas y pocos de sus textos se han conservado hasta nuestros días. Como suele ocurrir en la historia de la contribución de las mujeres a la cultura, se han convertido en casi una anécdota histórica que raras veces suele recogerse en la historia de la literatura medieval. Las trobairitz provenían del mismo círculo social y familiar que los trovadores y aportaron una nueva subjetividad con la que enfrentarse a los poemas cantados. No solamente como sujetos desde los que posicionarse, sino como artistas que crean a través de la escritura una obra hasta ese momento relegada al ámbito de lo privado y doméstico. El planteamiento de las trobairitz rompe con las canciones trovadorescas tradicionales y son ellas las que como mujeres reclaman al amado su afecto. Algo bastante arriesgado y transgresor para la época. Algunas de las destacadas trobairitz son María de Francia, Azalaís de Porcairagues o Beatriz de Día”.
En el siglo XIX, en pleno auge de las publicaciones literarias, muchas mujeres tuvieron que recurrir al seudónimo para que las editoriales les publicaran sus magníficos textos, entre ellas podemos recordar a Émily Brontë, a Amantine Lucile Aurore Dupin que publicó como George Sand y a Louisa May Al- cot, como A. M. Barnard y a otras que nos dejaron extraordinarias obras. En Bolivia, Ana Gutiérrez de Calderón, publicó su primer libro Jazmín del oriente, con el seudónimo de Genciana; años después publicó Cupesí, su segunda novela con su verdadero nombre. ¿ Cuántas mujeres no pudieron publicar?, nunca lo sabremos, pero sí podemos deducir que el número es elevado.
Esta injusticia de creer que las mujeres eran incapaces de escribir algo, lo señala claramente la gran poeta cochabambina, boliviana Adela Zamudio ( 18541928) en una de las estrofas de su famoso poema “Nacer hombre”: “Si algunos versos escribe / de alguno esos versos son / que ella sólo los suscribe. / ( Permitidme que me asombre). / Si ese alguno no es poeta / ¿ por qué tal suposición? / ¡ Porque es hombre!”
En la literatura universal existen poetas canónicos y poemas canónicos, que se repiten en todas las antologías ya sean internacionales o nacionales, ese es el caso del poema “Nacer hombre”, de Adela Zamudio, emblemática escritora cochabambina del romanticismo, poeta irreverente, valiente, que bien puede ser considerada como una precursora de los movimientos feministas y hasta comparada con la inefable Simone de Beauvoir. Su poema “Nacer hombre” aún está vigente, así como “¿ Quo vadis?”, por el que fue excolmulgada por una iglesia ultraconservadora que no estaba para soportar ninguna crítica a la sociedad patriarcal y católica y mucho menos viniendo de una mujer. En homenaje a la fecha de su nacimiento, 11 de octubre, Lida Gueiler, la única mujer presidenta constitucional de Bolivia, también nacida en Cochabamba, decretó el “Día de la mujer boliviana”. Leer a Adela puede darnos la medida de nuestra sociedad y cuánto hemos avanzado. Su novela Íntimas está incluida entre las 15 novelas fundamentales de Bolivia.
Acerca de las antologías suscribo la declaración del escritor colombiano, Jaime García Pulido, para las antologías de poesía, pero que también me sirve para las de narrativa: “Las antologías de poesía son una summa vital, patrimonio de la cultura. Son llamados de atención, voces de alerta sobre otras formas de inventariar la cultura inmaterial desde los territorios vitales del lenguaje. Para los poetas, se imponen como ordenamiento, reescritura, patrón de visibilización; para los iniciados o lectores desprevenidos es una ruta para asomarse a una realidad que existe en su entorno, si bien a primera vista pueda parecer ajena o compleja” y son inventarios de un momento histórico, temporal y espacial, una especie de registro, de fotografía o de documento que sirve como una referencia para dar a conocer el panorama literario. Los autores y/ o poemas que se repiten en el espacio y el tiempo son los canónicos, en cambio los demás son mutables, susceptibles de ser reemplazados.
La presente Antología Escritoras Cochabambinas, al tratarse de una selección que propone sus propios límites ( tiempo, espacio, género, tendencias, temáticas, etcétera) es arbitraria por definición, es imposible incluir a todas las poetas o narradoras, muchas veces por las limitaciones propias de los objetivos de la misma, porque no se pudo conseguir información de las autoras, los respectivos permisos de publicación o porque a alguna de las autoras supuestamente, no le interesaba estar incluida.
Al ser una selección literaria es parcial y nunca podrá ser ab-
“El proyecto de compilar esta selección de escritoras y poetas cochabambinas fue de la escritora Rossemarie Caballero y Gaby Vallejo”.
soluta, especialmente si se toma en cuenta la gran oferta literaria que existe en cada país; sin embargo, la literatura es dinámica y el catálogo de poetas y narradores de cada país es amplio; en una próxima selección se agregarán otros nombres o, de acuerdo al criterio del compilador, desaparecerán algunos de la muestra anterior; la literatura seguirá fluyendo como un río buscando el mar de los lectores. Borges afirmaba que el mejor antologador es el tiempo; así que el tiempo y la calidad de la obra de cada poeta o narrador, como el criterio del antologador serán los que dirán quiénes entran y quiénes no. La perennidad es obra de la memoria. En unos años, otras personas harán sus propias selecciones, algunos nombres hasta volverlos canónicos, eliminarán e incluirán a otros y así la historia de la literatura se irá nutriendo de diversas visiones.
Cochabamba no solamente es el corazón geográfico de Bolivia, también es la cuna de algunos de los mejores intelectuales, artistas, músicos, poetas y escritores del país. Así tenemos, entre otros, a artistas plásticos Marcela Mérida, pianistas como Teresa Laredo; poetas como Adela Zamudio y Sara Ugarte de Salamanca, escritoras como Gaby Vallejo y muchas otras que en la actualidad se destacan nacional e internacionalmente. Cochabamba es un semillero de intelectuales, artistas, escritoras, músicas y pensadoras, sinónimo de calidad y estética.