SALUD DIGESTIVA
La fibra está presente en forma natural en frutas y verduras, y en algunos casos es añadida a un alimento o producto funcional que ayudar a la salud gastrointestinal, ya que ésta contribuye a la modulación de la flora intestinal, evita la constipación y su consumo adecuado disminuye el riesgo de cáncer de colon. La fibra dietética se divide en soluble e insoluble.
Se requieren en general entre 25 a 30 g de fibra al día, de los cuales la mayor parte debe provenir de la fibra insoluble.
La fibra insoluble fundamentalmente sirve para el adecuado funcionamiento de la motilidad intestinal, previniendo la constipación.
La fibra soluble tiene la capacidad de contribuir a disminuir el colesterol y a eliminar sustancias potencialmente tóxicas.
Lo ideal es consumirla de manera natural. Para cumplir con la recomendación se deben consumir al menos cinco porciones de frutas y verduras al día, más tres o cuatro porciones de cereales integrales (pan arroz, fideos) o una porción de legumbres.
Se puede consumir fibra en polvo, por ejemplo en forma de inulina, que es fibra soluble y que además tiene un rol como prebiótico, sirviendo de sustrato para las bifidobacterias del colon. Para aumentar la ingesta de fibra insoluble, lo ideal es el salvado de trigo.