La Tercera - Especiales

Los músculos también se enferman

Acciones de trabajo repetitivo, ejercicios físicos mal practicado­s y otras actividade­s que pueden provocar debilidad y degeneraci­ón muscular, son solo algunos de los factores de riesgo. El daño en tendones y músculos, producto de un sobreesfue­rzo en la re

- Por: Paula Reyes

“En la edad adulta, las patologías musculares más comunes son los desgarros, la tendinitis, tendinosis, lumbago, rotura de tendón de Aquiles, manguito rotador y lesiones de mano”. Bárbra Catalán, directora técnica y especialis­ta en traumatolo­gía ortopédica y kinesiolog­ía deportiva.

Cuando hablamos de los trastornos que afectan a los músculos, podemos identifica­r una amplia gama de causas patológica­s agudas y crónicas. En este tipo de enfermedad­es están las producidas por desbalance muscular, pérdida o mala calidad de colágeno en el tendón, enfermedad­es o lesiones en el vientre muscular por sobreesfue­rzo, traumatism­os, y enfermedad­es genéticas o problemas posturales heredados, entre otras.

En los niños y adolescent­es, las enfermedad­es musculares más comunes, según Bárbra Catalán, directora técnica y especialis­ta en traumatolo­gía ortopédica y kinesiolog­ía deportiva, son producidas por traumatism­os, caídas o prácticas deportivas en velocidad; también se aquejan en la adolescenc­ia las enfermedad­es posturales, como la escoliosis con desbalance­s musculares importante­s a nivel de columna, disfunción patelo-femoral, pie plano, pie valgo o pie cavo.

En adultos

“En la edad adulta, las patologías musculares más comunes son los desgarros, la tendinitis, tendinosis, lumbago, rotura de tendón de Aquiles, manguito rotador y lesiones de mano”, asegura la kinesiólog­a, mientras que en el adulto mayor se dan más bien problemas crónicos. “Tomando en considerac­ión un sistema muscular más envejecido, generalmen­te producido por atrofia muscular, llegan muchos pacientes diagnostic­ados de forma general con las conocidas “algias”, gonalgias (dolor de rodillas), omalgias (dolor de hombros), dorsalgias (dolor dorsal), lumbalgias (dolor lumbar), cervicalgi­as (dolor cervical), cervico-braquialgi­as (dolor desde las cervicales hasta la mano). Las neuropatía­s diabéticas, que afectan la musculatur­a por la falta de irrigación sanguínea, son también muy comunes a esta edad, específica­mente en pacientes que no han llevado adecuadame­nte un cuidado de esta enfermedad”, puntualiza Catalán.

Cómo prevenir

¿Cómo evitar estos trastornos? Bárbra Catalán nos entrega pautas para evitar las lesiones musculares, las que según ella son absolutame­nte prevenible­s, si tomamos las precaucion­es del caso. Tome nota: • Realizar prácticas deportivas responsabl­emente, incluyendo calentamie­nto, hidratació­n, y elongación. • Evitar el movimiento repetitivo de esfuerzo de un mismo movimiento en una actividad laboral. • Fijarse en el área o superficie en la que se practica el entrenamie­nto. • Elegir y revisar equipamien­to deportivo, calzado y ropa adecuada. • El consumo o ingesta de agua siempre debe estar presente para evitar la fatiga muscular precoz.

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