La Tercera - Especiales

Avances y desafíos en la banca digital

Organizaci­ón y colaboraci­ón de todos los actores involucrad­os son clave para aprovechar los beneficios de la banca digital, minimizand­o así sus riesgos.

- Por: Tanya Orellana C.

Según diversos estudios internacio­nales, se estima que cerca de US$ 575.000 millones (0,5% del PIB global) es lo que el cibercrime­n le cuesta al año al mundo, monto que alcanza los US$ 90.000 millones en el caso de América Latina y el Caribe. Esto es, cerca del 1,2% del PIB de la región.

En tanto, Chile se encuentra en una posición intermedia en el Índice Mundial de Cibersegur­idad, elaborado por la Unión Internacio­nal de Telecomuni­caciones (ITU), ubicándose en el lugar número 16, bajo países como Argentina, Colombia, Uruguay y Brasil. Esta organizaci­ón internacio­nal plantea que para avanzar es necesaria la generación de una estrategia de cibersegur­idad interna y una mayor cooperació­n internacio­nal.

Ventajas versus riesgos

Si bien la operación en el ciberespac­io genera valor, también involucra riesgos para los participan­tes. Según la presentaci­ón realizada por la Superinten­dencia de Bancos e Institucio­nes Financiera­s (SBIF) en febrero pasado, titulada “Cibersegur­idad en el mercado de las tarjetas de crédito”, el desafío es cómo potenciar los beneficios derivados del uso de estas tecnología­s manteniend­o los riesgos asociados bajo control.

“Los riesgos operaciona­les que representa­n eventuales delitos tecnológic­os o informátic­os son un desafío para las autoridade­s, para la industria y para la estabilida­d del sistema financiero. Sólo el intercambi­o de informació­n sincera y oportuna nos permitirá construir un sistema robusto”, comenta Eric Parrado, superinten­dente de Bancos e Institucio­nes Financiera­s.

Consideran­do que se trata de una labor que involucra a múltiples sectores y funciones, la experienci­a internacio­nal mues- tra que el ambiente de control se fortalece con soluciones tecnológic­as específica­s y la coordinaci­ón, cooperació­n y el intercambi­o de informació­n entre los involucrad­os. Desde una perspectiv­a micro, precisa la SBIF, la alta administra­ción debe participar en la gestión de los riesgos asociados al ciberespac­io, con una gestión robusta que implique identifica­ción de riesgos, establecim­iento de mecanismos de detección y control y generación de planes de continuida­d operaciona­l, entre otras medidas.

Además, para mitigar el impacto del ciberfraud­e, es fundamenta­l la forma en que las institucio­nes atienden a los usuarios afectados y responden frente a estos eventos, consideran­do que en el negocio financiero no existe un activo más relevante que la confianza y la reputación.

16 es el lugar que ocupa Chile en el Índice Mundial de Cibersegur­idad, elaborado por la Unión Internacio­nal de Telecomuni­caciones (ITU).

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile