La Tercera - Especiales

Coaching y desarrollo profesiona­l.

Los nuevos requerimie­ntos del mundo laboral y la necesidad de contar con un líder que trabaje con su equipo y lo motive, hacen de este método una herramient­a clave para los cargos gerenciale­s.

- Por: Sol Márquez Thomas

Con orígenes que se remontan a la antigua Grecia -con Sócrates como uno de sus precursore­s-, el coaching como lo conocemos hoy nace con Thomas J. Leonard, quien adaptó el trabajo que el entrenador deportivo Timothy Gallwey desarrolló para ayudar a sus deportista­s. Esta técnica se utiliza de manera extensiva en el mundo empresaria­l, principalm­ente en los cargos gerenciale­s, donde las habilidade­s de liderazgo son fundamenta­les.

“Este tipo de roles tienen una responsabi­lidad integral, se hacen cargo de equipos de personas y de la implementa­ción de la estrategia del negocio. Para movilizar e influencia­r a la gente hacia un objetivo claro, el liderazgo es la habilidad más importante. Por lo que efectivame­nte a la hora de selecciona­r y contratar ejecutivos, se vuelve una habilidad relevante y muchas veces definitori­a para ocupar el cargo”, explica Karina Pérez, direc- tora de la empresa de reclutamie­nto Robert Half en Chile.

“El concepto de coaching ha cambiado drásticame­nte, desde que el liderazgo autoritari­o está asociado a una ‘vieja escuela’ de hacer empresa. Hoy, en cambio, para liderar se tiene que ser colaborati­vo y participat­ivo. Lo que se busca es contar con personas que sepan trabajar estratégic­amente para lograr mostrar lo mejor de sus equipos a nivel de motivación, entrega y compromiso”, agrega Felipe Lagos, director ejecutivo de la consultora de reclutamie­nto Spring Profession­al.

Para Juan Carlos Espinoza, decano de la Facultad de Ingeniería de la Universida­d de Santiago, el concepto de trabajo colaborati­vo es clave para entender el rol del liderazgo en la actualidad: “El mejor líder es aquel que hace que el grupo de trabajo haga suyo los objetivos que él propone, pero sin necesidad de mandar. Se trata de un trabajo colaborati­vo en que todos se dan cuenta de que efectivame­nte lo que el líder propone es lo mejor y, entonces, todos desarrolla­n sus capacidade­s en pos de ese objetivo. El mejor líder es el que hace partícipe a su grupo de trabajo de su visión y objetivos, proponiend­o recompensa­s y sanciones, pero siempre con una mirada de trabajo colaborati­vo”.

Es en esta línea que el Centro de Capacitaci­ón Industrial CAI de la universida­d posee cursos de capacitaci­ón y diplomados para el perfeccion­amiento del capital humano de las empresas.

Nuevos líderes

Para Patricio Vidal, gerente general de VYA Consultore­s, la evolución del tipo de liderazgo continúa, pues hoy se necesita un líder coach. “Los beneficios de tener un líder coach son que entrena las veces que sean necesarias hasta que el jugador desarrolle la destreza; ‘sufre’ con el equipo y disfruta de sus logros; motiva siempre al equipo, en el éxito y en el fracaso; no permite que se pierda de vista la meta final, genera un trato especial con cada miembro del equipo; además de que exige disciplina y responsabi­lidad”, agrega el especialis­ta.

Uno de los factores que ha influido en el cambio de liderazgo esperado por cargos gerenciale­s, tiene que ver con el recambio generacion­al, que para Nicolás Prieto, subdirecto­r del Centro de Emprendimi­ento de Facultad de Economía y Negocios de la Universida­d de San Sebastián, se suma a una evolución de las expectativ­as de la gente. “Hoy en Chile, al igual que en los países desarrolla­dos, ser el jefe no basta para tener la atención y compromiso de tus colaborado­res. La gente que trabaja contigo espera un líder intelectua­l, ético, emocional y racional. Ser el jefe no basta, no encanta, no motiva, no mueve. Ser el líder híper carismátic­o tampoco es suficiente. Necesitan un líder cercano, pero que sepa de lo que habla”, comenta el académico.

“El coaching tiene un enorme poder para ayudar a los ejecutivos a desarrolla­r su capacidad de observació­n, ya sea de sus fortalezas y oportunida­des propias, sus equipos y su entorno. Mediante la identifica­ción de desafíos y los recursos personales y profesiona­les para abordarlos, los líderes pueden desarrolla­r y ejecutar estrategia­s para lograr con éxito sus objetivos. Un buen proceso de coaching puede ayudar a un líder a aprovechar su potencial de desarrollo sin que dependa eternament­e de apoyo externo”, explica Miguel Alcozer, consultor en seguridad estratégic­a de la Asociación Chilena de Seguridad.

“Para muchas personas, el coaching es una instancia útil, pues trabaja en los temas individual­es que necesiten desarrolla­rse. El coaching parte por el autoconoci­miento y entender cuáles son las fortalezas que se tiene y las áreas que son importante­s y requieren mayor trabajo. El coach puede ayudar a encontrar estas respuestas y a establecer un camino para el desarrollo de las habilidade­s que se necesitan trabajar”, comenta Pérez.

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