Educación sin fronteras
Una chilena viviendo en México, una chilena-mexicana y un mexicano viviendo en Chile. Tres personas distintas que dan su visión de ambos países y, por supuesto, de su educación.
Desde siempre Ainhoa Vásquez sintió una gran atracción por México y quiso vivir en ese país. Por ello, al terminar sus estudios de pregrado en Chile, postuló a la maestría en Literatura en la UNAM y, además de quedar seleccionada, se ganó la Beca Presidente de la República para irse. Después realizó un postdoctorado en el Centro de Investigaciones sobre América del Norte de la misma universidad. La tradición literaria de ese país, hizo que esta chilena decidiera a este país: “Admiro a sus escritores, principalmente a las mujeres: Rosario Castellanos, Elena Garro, Amparo Dávila, y en la UNAM, porque es la mejor universidad de Latinoamérica”.
Esta chilena que es investigadora y profesora sobre temas de narcocultura da cuenta de una gran diferencia entre la educación de ambos países: En México, la educación es gratuita y “eso hace que se genere un vínculo muy fuerte con el alma máter, la universidad es como tu familia que te quiere incondicionalmente”.
De regreso en Chile
Christine Gierke nació en Chile, pero vivió 27 años en México y volvió en 1999 a vivir en suelo nacional. Ella estudió Ciencias de la Comunicación en el país del norte, y desde 2015 cursa Psicología en la Universidad Academia de Humanismo Cristiano. “Veinte años después de haber entrado por primera vez a la universidad estoy de nuevo en este camino. Tenía la inquietud de vivenciar lo que es ser estudiante universitario en Chile y todo lo que este constructo significa, a diferencia de México. Y puedo decir que ha sido tremendamente fructífero para mí vida y un tremendo desafío, incluso rendí la PSU en diciembre de 2014. Ya voy en el tercer año y cada día se torna más interesante”, comenta.
Nuevos horizontes
No por estudios, sino que por trabajo llegó Sergio Alarcón a Chile. Una oferta de LATAM Airlines lo trajo el año 2013. “Ha sido un proceso completo de aprendizaje y adaptación. Los primeros seis meses fueron los más interesantes, en la medida que uno tiene que comenzar por conocer el idioma local y costumbres, pero una vez que cruzas esta frontera todo fluye”, dice. Luego, tuvo la oportunidad de formar parte del programa MBA para profesionales en la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, y reconoce que para él fue todo prácticamente nuevo. “Soy egresado del Instituto Politécnico Nacional, de la carrera de Ingeniería Aeronáutica, y una diferencia importante es que durante mis estudios a nivel superior solo interactué con personas de mi misma nacionalidad, no así en el postgrado, ya que tuve compañeros chilenos y de otros países, lo cual generó grupos multiculturales que enriquecieron el aprendizaje y experiencias”, precisa.