Las claves del milagro económico surcoreano a través de la educación
Exportaciones e inversión en educación, investigación y desarrollo destacan entre los factores que levantaron al país para transformarlo en una de las potencias comerciales más fuertes del planeta.
No es fácil imaginar cómo en un plazo de treinta a cuarenta años Corea del Sur se transformó en la cuarta economía asiática y una de las más poderosas del mundo. Este país puso su principal foco en la formación de profesionales altamente calificados, especialmente en el área de la tecnología, lo que se ve reflejado, según indican las estadísticas oficiales, en que uno de cada cuatro estudiantes universitarios realiza carreras en ingeniería.
Por otro lado, con el objetivo de atraer a los mejores estudiantes a los campos de la ciencia y tecnología, el gobierno surcoreano creó una universidad emblemática - Kaist, o el Instituto Coreano de Ciencia y Tecnología, que presenta la ingeniería como una prestigiosa profesión, fundamental para el éxito de la nación a partir de 1971.
Otra de las claves del éxito de la formación de estos profesionales se da a través de buenas ofertas salariales a los surcoreanos que se van a estudiar al extranjero, con el fin de atraerlos de vuelta al país a que usen y transmitan sus conocimientos. También, los mejores estudiantes del país son reclutados y se les otorgan beneficios como las matrículas gratis, a cambio de una promesa de trabajar en un laboratorio del gobierno durante tres años después de la graduación. Todos estos profesionales graduados de Kaist han ocupado puestos de trabajo en el gobierno y en las grandes compañías internacionales surcoreanas, lo que ha significado un gran aporte al desarrollo y crecimiento del país.
Estas políticas han sido implementadas, de forma gradual, desde la década del 60, cuando se empiezan a aplicar planes de ordenamiento institucional y económico que fundamentó el crecimiento del país en los siguientes pilares:
• Inversiones nacionales en el país:
Park Chung-Hee, que llegó al poder mediante un golpe militar en 1961, solicitó a los grupos familiares más ricos a invertir en el propio país.
• Educación obligatoria: Chang-Sup Kim, académico y reconocido estudioso surcoreano, destacó en una visita a la Universidad Católica de Chile que, “desde la década del 60, se fue haciendo obligatoria primero la educación primaria y luego la secundaria, con un posterior aumento de la educación universitaria”.
• Apertura: una investigación de Carlos Gómez Chiñas y Rubén Piñeiro Santana para el Instituto Politécnico Nacional de México concluye que una “apertura económica del país muy pragmática, selectiva y gradual”, con una “combinación sincronizada de la estrategia de aliento a las exportaciones y la política de sustitución de importaciones”.