Ranking de calidad de la gestión
En 2014, 16 de las 60 universidades no estaban acreditadas. Hoy, son 12, en las cuales se educan 43 mil estudiantes, equivalentes a un 6% de la matrícula total. En 2016, la U. de Concepción se convirtió en el tercer plantel en obtener 7 años de acreditación, el máximo establecido. La sorpresa este año la trajo la U. Adolfo Ibáñez, que saltó diez puestos, instalándose en el decimotercero.
Dos son las áreas obligatorias que exige la Comisión Nacional de Acreditación (CNA) para que un plantel obtenga la certificación: docencia de pregrado, factor que legitima la calidad en función de los propósitos declarados y los criterios establecidos por las respectivas comunidades académicas; y gestión institucional, aspecto que certifica el cumplimiento del proyecto de la institución y los mecanismos de autorregulación.
De los cuatro factores considerados en la elaboración de este ranking, el que más pesa es el número de años otorgados en la acreditación institucional (50%). La distinción por siete años, que es la máxima que entrega la CNA, la ostentan la PUC, la U. de Chile y la de Concepción. Contraria es la realidad de la U. Gabriela Mistral, Iberoamericana UNICIT y Tecnológica de Chile INACAP, que cuentan con sólo dos años, el periodo mínimo de acreditación.
El número de alumnos por jornadas completas equivalentes es el segundo indicador considerado. Esta medida permite estandarizar la carga académica de un profesor y no otorgar el mismo valor a los profesores full time que a los que trabajan por hora. Las tres universidades que presentan el menor número de JCE por alumnos son la Católica, con 14 estudiantes por cada JCE, de los Andes y Metropolitana de Ciencias de la Educación, ambas con 15 alumnos por JCE. Mientras que la Universidad Alberto Hurtado es la que tiene el mayor número de alumnos por JCE: 33. Le sigue la U. Arturo Prat que presenta 29, lejos de los 41 que tenía en 2014.
Ingresar y permanecer en la universidad es el objetivo de todos los estudiantes, pero la deserción en segundo año ronda, en promedio, el 20%. Los principales motivos se relacionan con crisis en la orientación vocacional y un rendimiento académico insuficiente. La deserción también se relaciona con pérdidas de eficiencia por parte de las instituciones, las que no son capaces de retener a sus alumnos. De las 40 universidades, ocho de cada diez estudiantes de las universidades de los Andes, Adolfo Ibáñez y Católica permanecen después de cursar el segundo año. Al final de la tabla se ubica la U. Academia de Humanismo Cristiano, que presenta un índice de 57%.
El cuarto factor mide la coherencia entre el tiempo establecido que duran los programas y lo que tarda un alumno en titularse. Este indicador lo lidera la U. Católica Silva Henríquez, la que presenta en promedio 1,3 semestres de diferencia entre la duración formal y la duración real; le siguen la U. de La Frontera (1,5) y la U. de los Andes (1,7). En tanto, la Tecnológica Metropolitana presenta una brecha de seis semestres.