Ciencia aplicada
Las cifras son contundentes: existe en nuestro país un déficit de investigación en el ámbito de las ciencias. Corfo, uno de los referentes en este ámbito, llama a las universidades a incentivar el trabajo el sector productivo.
Desafíos y experiencias con énfasis en lo productivo.
Es un tema sabido que la ciencia y la investigación son elementos cruciales para el desarrollo y posicionamiento de un país. ¿En qué está la ciencia en Chile? ¿Qué proyectos interesantes se están desarrollando? ¿Cómo puede este campo impulsar el desarrollo productivo?
Una de las organizaciones que ha trabajado desde esa perspectiva vinculada al ámbito de la ciencia en Chile es la Corporación de Fomento de la Producción, Corfo. Para Marcela Angulo, gerente de Capacidades Tecnológicas de Corfo, el objetivo es llegar a impulsar el desarrollo productivo, a través de la ciencia aplicada, y diversos proyectos.
En Corfo, la noción de ciencia también incluye los ámbitos de la ingeniería y las tecnologías. Esta última tiene una especial atención, ya que existe un déficit en el campo de la investigación. “Los postgrados de ingeniería y tecnologías necesitan un impulso muy fuerte. Si se mira la oferta de este grado académico en Chile y las becas nacionales e internacionales, sólo el 14% de las becas se dan en ese ámbito, quedándose la mayoría de estos beneficios en humanidades y ciencias sociales. Comparativamente con países más desarrollados, estamos muy bajo, por ejemplo Corea llega a 75%”, dice Angulo. Una de las cifras más altas del mundo y un referente en este ámbito.
Una de las preocupaciones de Corfo es lograr que el trabajo de investigación en ciencias termine aplicándose en los sectores productivos, transformándose en innovación y generando riqueza. Angulo propone que los departamentos de postgrados de las universidades chilenas permitan que sus estudiantes que están en proceso de tesis desarrollen trabajos menos científicos y que busquen solucionar algún problema complejo y concreto de la industria. Que tenga verdaderas posibilidades de reinsertar al estudiante, más allá de la acade- mia, en la industria o en el Estado.
“Desde Corfo tenemos la visión de que hay un tremendo desafío, de vincular las ciencias con las empresas. Hemos ido avanzando, pero todavía hay una gran brecha. Hay algunos proyectos que nosotros hemos apoyado y destacado y que han tenido resultados muy notables”, subraya la gerenta de Corfo.
Algunas iniciativas
Uno de los proyectos en que la ciencia se puso al servicio de la producción, es la inversión en el mejoramiento genético de nuevas variedades de frutas de exportación.
Como antecedente, la fruta más común no resiste periodos de viajes muy extensos, entonces, el mejoramiento genético, realizado en conjunto con áreas de investigación de universidades y la industria frutícola, ha tenido resultados muy relevantes. Este es el caso de Mailen, una variedad de uva chilena con mejoramiento genético. Este fruto es de alta calidad. Su normbre en mapudungún quiere decir “princesa”. Es una uva de color negro, sin pepa, crujiente y dulce. Del mismo modo, una variedad de cereza que es cosechada en nuestro país y cuyo mayor mercado exportador son los mercados asiáticos, ha sido mejorada por medio de la genética para que llegue a esos lugares tan remotos en buenas condiciones.
En el ámbito de la acuicultura, Chile es el segundo productor a nivel mundial. Para evitar enfermedades que afectan a nuestros peces, es indispensable el desarrollo y utilización de la genética y el análisis genómico. Estos avances han permitido secuenciar el genoma del salmón y a partir de eso, la producción de ovas de salmón. “En esta primera etapa, se ha podido aplicar toda la ciencia para hacer que esta industria pueda situarse mejor frente al desafío de las enfermedades, como se hace en países desarrollados. Los científicos chilenos junto con la industria, han hecho un trabajo de un excelente nivel”, agrega Angulo.
También otra iniciativa destacada es la creación de un dispositivo médico, desarrollado por ingenieros y médicos de la Universidad de Concepción, el cual tiene el fin de rehabilitar a pacientes con pie caído, personas que han sufrido accidentes cerebrovasculares. Ha ganado premios internacionales esta innovación que demuestra que en Chile se está investigando e innovando en materia científica.
Desde Corfo tenemos la visión de que hay un tremendo desafío, de vincular las ciencias con las empresas. Hemos ido avanzando, pero todavía hay una gran brecha. Hay algunos proyectos que nosotros hemos apoyado y destacado y que han tenido resultados muy notables.
“Estos premios tienen el propósito de reconocer y sobre todo visibilizar el esfuerzo de un ecosistema de innovación que ya atrae la atención de otros países y crecientemente, a una red de inversionistas
ángeles. Es el resultado del esfuerzo de una política de Estado, con la que hemos sido capaces de mostrar, con hechos, que los recursos invertidos acá han valido la pena”. Marcela Angulo, gerente de Capacidades Tecnológicas de Corfo.