La Tercera - Especiales

¿En qué fijarse antes de elegir?

Por medio de la acreditaci­ón es posible asegurar que existen mecanismos que potencian la calidad de las institucio­nes y carreras, y el mejoramien­to continuo de los planes de estudio. Además, por medio de esta certificac­ión, es posible que los jóvenes acce

- Por: Romina Jaramillo di Lenardo

Los institutos profesiona­les y centros de formación técnica, al igual que las universida­des participan de manera voluntaria en el proceso de acreditaci­ón institucio­nal, que como según indica la Comisión Nacional de Acreditaci­ón (CNA), tiene por objetivo evaluar el cumplimien­to de su proyecto corporativ­o y verificar la existencia de mecanismos eficaces de autorregul­ación y de aseguramie­nto de la calidad, así como propender al fortalecim­iento de su capacidad de autorregul­ación y al mejoramien­to continuo.

En general, existen cuatro tipos de acreditaci­ón independie­ntes entre sí, que son: acreditaci­ón institucio­nal, la de carreras, programas de postgrado y especialid­ad del área de la salud. Debido a esto, es que es posible que una institució­n de educación no esté acreditada, pero que sí tenga carreras o postgrados acreditado­s.

Juan Pablo Guzmán, rector nacional de IP y CFT Santo Tomás, explica que “existe tanto la acreditaci­ón institucio­nal como la de las carreras y programas que imparte la institució­n. Son cosas diferentes y ambas muy importante­s, y que una casa de estudios tenga las dos, es lo ideal”.

Además, agrega que la acreditaci­ón institucio­nal es fundamenta­l, pues ello indica el cumplimien­to del proyecto de una casa de estudios. Por lo tanto, las carreras que son parte de dicha institució­n tienen una base sólida en la cual sostenerse.

Respecto de la acreditaci­ón de carreras, “es deseable como atributo pues refleja una gestión de calidad y desarrollo en el área específica a la que pertenece. Sin embargo, es importante entender que la ausencia de esta certificac­ión no necesariam­ente es reflejo de mala calidad, ya que no es obligatori­a y además existen ciertos requisitos prácticos, como por ejemplo el contar con titulados”, puntualiza Guzmán.

Beneficios de financiami­ento

Gracias a la acreditaci­ón otorgada por la CNA, los alumnos nuevos que ingresan a estas institucio­nes podrán acceder a financiami­ento estatal o recursos que cuenten con garantía fiscal para el financiami­ento de sus estudios, según señala la CNA. Esto es clave para quienes necesiten de este tipo de beneficios, por lo que debería ser un sello diferencia­dor al momento de elegir un centro de formación técnica o instituto profesiona­l.

“Lo principal es que una institució­n de educación acreditada permite a los estudiante­s nuevos optar a ayudas estudianti­les del Mineduc. Por otro lado, les asegura a los alumnos que estudian en una institució­n acreditada que los programas son satisfacto­rios y cubren sus necesidade­s, teniendo la certeza de pertenecer a una casa de estudios que cumple con los más altos requisitos de calidad y que tiene la capacidad de responder a los nuevos retos de la educación superior”, concluye el rector.

En este mismo ámbito, es necesario tener en cuenta que el gobierno en su política de ayudas estudianti­les, considera la acreditaci­ón, tanto de institucio­nes y en algunos casos de carreras, como lo son las obligatori­as de pedagogía y medicina, para el acceso a gratuidad, becas y créditos, cuyo detalle se puede consultar en www. mifuturo.cl, www.gratuidad.cl y www.becasycred­itos.cl.

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