Dos mujeres pioneras en este rubro
La primera mecánica de equipo pesado
En la minera Centinela, Angelina Casanova Gatica, de 27 años, es la única mujer mecánica de equipo pesado que trabaja ahí, y a pesar de que es muy joven, ya cuenta con la experiencia necesaria en la industria minera y, sobre todo, sabe lo que significa ser la única mujer en su área y lo fundamental que es dar un buen ejemplo para abrirle el camino a las de más.
“Yo partí haciendo un curso de operadora en el Ceduc UCN en mi ciudad de origen, La Serena, pero la verdad es que no logré ingresar a una mina. Por eso, es que en la misma institución decidí estudiar para ser mecánica de maquinaria pesada”, cuenta Angelina Casanova. Sin embargo, este interés por la mecánica nació desde pequeña, porque su familia que está compuesta solo por mujeres (abuela, mamá, tía y hermana) se dedicaba al rubro de la chatarrería y desde su infancia que se crió en ese ambiente. Fue así, que con el gusto por la maquinaria, las atractivas remuneraciones que deja la industria minera y la alta empleabilidad, Angelina decidió dedicarse a ella y abrirse camino en una industria comúnmente “dominada” por los hombres.
“A los 21 años entré a trabajar por primera vez a una minera, que fue Cerro Colorado, y viajaba en bus desde La Serena a Iquique durante mis turnos siete por siete. El ambiente laboral en esa mina es excelente, me acogieron muy bien, fueron muy respetuosos y me enseñaron mucho. Posteriormente, tuve la oportunidad de cambiarme a la minera Escondida, en donde conocí a mi pareja. Y finalmente, me cambié a mi actual trabajo en la minera Centinela y estoy muy feliz”, explica. Asimismo, afirma que gracias a su trabajo les ha abierto el camino a más mujeres para entrar a este rubro. “Cuando me fui de Cerro Colorado contrataron más mujeres mecánicas, y en Centinela también tienen interés en incluirlas, porque mujeres operadoras ya hay, pero mecánicas aparte de mí no”, puntualiza.
Del laboratorio a la mina en los años 80´
Margarita Pastén (56 años) actualmente se desempeña como jefa del Área Geominería y Plantas Mineras Ceduc UCN. Sin embargo, su historia en el mundo de la minería comenzó en 1988, siendo una mujer pionera en la industria minera. En la parte académica, Margarita destaca por ser profesora de química egresada de la Universidad de La Serena y, posteriormente, licenciada en química de la Universidad de Tarapacá. A pesar de que le gustaba la docencia y quería dedicarse a ella, le ofrecieron entrar al mundo de la minería en Antofagasta por un sueldo superior al que recibiría como profesora, y a ello también se sumaba el desafío de ser una de las primeras mujeres en el país en trabajar en esta área.
“En 1988 comencé a trabajar en una refinería en Antofagasta. Yo supervisaba la parte de muestreo en la planta de ácido sulfúrico, porque era una fundición de cobre. Al comienzo fue difícil, porque como mujer tienes que demostrar el doble, y tener una jefatura en la que mandas a 30 personas también era más complicado en esa época, porque a la mujer no la miraban como alguien que pudiese supervisar y mandar”, recuerda Margarita Pastén.
A pesar de que estuvo 15 años dedicada directamente al mundo de la minería, cuando cumplió 40 años decidió retirarse. “En ese momento decidí dedicarme a la educación, porque ya tenía la experiencia y es bueno ir transmitiéndola. Fue así como hice clases en la U. de La Serena y en Santo Tomás, hasta que en 2009 comencé en el Ceduc UCN y en 2011 me ofrecieron la jefatura de Operación de Planta Minera Geominería”, recalca la docente.
En relación al rol de la mujer en la industria minera, Pastén recuerda que “cuando yo entré a este rubro era muy difícil, porque somos un país machista, pero esa visión ha cambiado. La gran minería se ha dado cuenta que la mujer es responsable, cumplidora, se entrega totalmente a sus labores y cuida su trabajo”.