Desafíos de la minería nacional, para mantenerse como un actor relevante y de clase mundial
Nuestra minería, por lejos ha sido una de las actividades económicas de mayor aporte al desarrollo del país en los últimos 150 años, pasando por una serie de transformaciones y cambios, que finalmente ponen a Chile, como uno de los actores relevantes a nivel mundial en minería. Lo anterior es fruto del esfuerzo de miles de técnicos y profesionales que día a día ponen su compromiso, en conjunto con un proceso permanente de modernización tecnológica. En estos últimos años, nuestro país y el mundo han cambiado vertiginosamente, producto del cambio tecnológico, la irrupción de las TIC´s, economía circular, cambio climático, sustentabilidad, entre otros, pero particularmente por una sociedad más empoderada, más demandante y por sobre todo que exige participar directa o indirectamente de las decisiones país.
Lo anterior, sumado a otros elementos como la baja de la ley en algunas faenas mineras, la irrupción del Litio como el mineral del futuro, el desarrollo de nuevos materiales y tantos otros cambios que aun no conocemos, nos ponen desafíos a la hora de proyectar al futuro nuestra minería de clase mundial, desafíos que es imposible verlos por separado, deben abordarse desde una mirada integradora y global.
Transitar a una integración entre la minería y los distintos actores de la sociedad, en procesos de acuerdos y espacios de participación que aseguren por una parte el desarrollo de los proyectos y por otra la responsabilidad y el costo de las externalidades positivas, es decir, dejar de ver de forma antagónica a la faena minera y la comunidad, para pasar a conversar de comunidades con desarrollo sostenibles y sustentables. Lo que se logra, no sólo con acuerdos, sino que además con procesos de innovación tecnológica que permitan este desarrollo, pero a la vez no afecten la productividad y la competitividad. Lo anterior debe ser acompañado por una institucionalidad que de certeza jurídica a los impulsores de los proyectos, pero que adicionalmente esta certeza sea rápida y acorde a los requerimientos.
Minería tecnologizada
Hacer propio el desarrollo de la ciencia y la tecnología, el cual se vea reflejado en la Innovación de: diseño; procesos; tecnología; productos; servicios; modelos de negocio; y por sobre todo en nuevas formas y formulas de relacionarse con la comunidad de referencia y la sociedad. Esto en pro de generar una minería más tecnologizada, eficiente y productiva, innovaciones que deben hacerse cargo en mitigar las bajas de la ley de los yacimientos, agregar valor a la producción, generar una industria productora de bienes a partir del proceso minero, exportar tecnología desarrollado por Chile, lo que finalmente impulse un tránsito desde una economía basada en la exportación de materias primas a una basada en la exportación de valor agregado, ingeniería y conocimiento. Esto es indispensable si queremos ser un país competitivo a nivel mundial.
Estos desafíos deben ir acompañados de una formación de capital humano acorde a las necesidades actuales y futuras del sector minero, en conjunto con sistemas de habilitación y certificación profesional, que den cuenta de la calidad de los procesos mineros y en particular la ingeniería nacional. Proceso en el cual la formación por sí sola no basta, debiendo ser acompañada por incentivos adecuados, para que las nuevas generaciones continúen contribuyendo al desarrollo del sector minero, su comunidad y el país.
La ingeniería y los ingenieros de todas las especialidades, han sido participes y actores relevantes en el desarrollo del sector minero, por ello hoy más que nunca debemos ser capaces de poner toda nuestra capacidad a la hora de abordar los desafíos del sector, a través de los proyectos, soluciones e implementaciones, en un ambiente de innovación permanente, donde el desarrollo país y la calidad de vida de sus habitantes, sea el objetivo principal y la minería un actor relevante en su logro. Procurando siempre un ejercicio profesional, ético, comprometido y responsable.