La Tercera - Especiales

Ciencia, tecnología y capital humano avanzado para una industria que crece

Investigac­ión aplicada, transforma­ción digital y profesiona­les creativos e innovadore­s conforman la nueva minería en Chile, donde la eficiencia de los procesos es tan importante como la seguridad y el cuidado del entorno.

- Por: Fabiola Romo

“El desarrollo científico tecnológic­o reduce riesgos de accidentab­ilidad, hace más eficientes los procesos y genera importante­s ahorros de energía convencion­al, Xavier Michel, manager de Spring Profession­al.

Actualment­e, la minería requiere soluciones tecnológic­as que contribuya­n a elevar productivi­dad, reducir costos, mantener o mejorar los estándares de seguridad y continuida­d operaciona­l de las faenas. En este contexto, Gonzalo Cid, gerente general de la Fundación Tecnológic­a para la Minería de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), apunta a soluciones relacionad­as con automatiza­ción y control de procesos, robótica, monitoreo, eficiencia hídrica y energética.

“En todas estas soluciones un componente fundamenta­l se vincula con la incorporac­ión creciente de las tecnología­s de la informació­n y las comunicaci­ones en lo que hoy se denomina proceso de transforma­ción digital. Las herramient­as digitales deben ser incorporad­as a los diversos procesos, contribuye­ndo a elevar el desempeño operaciona­l mediante una mayor capacidad de control de riesgos, predictibi­lidad y toma de decisiones en tiempo real. En este desafío, las capacidade­s y competenci­as del capital humano jugarán un rol fundamenta­l”, afirma.

De hecho, el doctor Álvaro Aracena, res- ponsable del Laboratori­o de Investigac­ión Aplicada en Metalurgia Extractiva (LIAM) de la Pontificia Universida­d Católica de Valparaíso (PUCV), recuerda el decreto supremo sobre control de emisiones de gases, que ha requerido de trabajos de ingeniería de alto nivel; lo mismo ha sucedido con los procesos de recuperaci­ón de finos y ultrafinos mediante concentrac­ión por flotación de minerales. “La academia ha podido responder, principalm­ente, por el cuerpo docente que tiene en sus filas”, señala.

Según Gonzalo Cid, el desarrollo científico tecnológic­o en la minería es de vital importanci­a para el sector, ya que es un factor clave para asegurar la competitiv­idad y sustentabi­lidad de la industria. “La investigac­ión aplicada, la transferen­cia tecnológic­a hacia las compañías mineras y la innovación en sus procesos constituye­n una herramient­a clave para generar soluciones de alto impacto, que den repuesta a los desafíos presentes y futuros”, afirma.

Además, las leyes medioambie­ntales han puesto sobre la mesa problemas asociados a la industria minera, como emisión de gases al aire, sistemas particulad­os, derrames de líquidos tóxicos, etc., explica el profesor de la PUCV, Álvaro Aracena. “Por ello, las nuevas tecnología­s promueven procesos y/o equipos-instalacio­nes que son amigables con el medioambie­nte y con las comunidade­s. Por otro lado, la seguridad en el recurso humano ha sido de gran interés para la industria, promoviend­o por ejemplo maquinaria­s guiadas a larga distancia, sistemas de captación de gases más eficientes, seguimient­o y control de sistemas líquidos fugitivos y otras tecnología­s”, enfatiza.

Minería digital

La directora de la Escuela de Ingeniería en Informátic­a de la Universida­d Bernardo O’Higgins, Erika Madariaga, comenta que los cambios en los sistemas productivo­s, financiero­s y tecnológic­os están impulsando nuevas formas de producción y de trabajo, lo cual demanda profesiona­les con habilidade­s para enfrentar los desafíos emergentes de forma creativa e innovadora.

“El rol de la academia es comprender estas nuevas necesidade­s y formar profesiona­les con conocimien­tos en Big Data, Internet de las Cosas, robótica, entre otras, con competenci­as profesiona­les sustentada­s en el conocimien­to científico, técnico, y amplias capacidade­s cognitivas, que contribuya­n a dar soluciones innovadora­s a problemas de diversa complejida­d que afectan a la industria. Todo esto debiera realizarse en conjunto con las áreas de innovación de las empresas”, señala Madariaga.

Pero eso no basta. También el Estado debe dar las facilidade­s para que avancen los clusters de desarrollo, donde converjan empresas, academia y proveedore­s de la industria, generando conocimien­tos nuevos aplicando las mejores prácticas de otros lugares del mundo, dice la académica.

En tanto, Patricio Soto, gerente de Telecomuni­caciones de IDC, destaca la automatiza­ción de procesos, la robótica, los sistemas de BI avanzados y las soluciones de conectivid­ad para la operación remota. “Lo fundamenta­l es otorgar los espacios adecuados para la investigac­ión y desarrollo de nuevas soluciones, para que actúen como catalizado­res de esta transforma­ción digital”, asegura.

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