El potencial minero y sus perspectivas
Tener una visión a largo plazo y que las instituciones privadas y las del Estado trabajen en conjunto es fundamental para avanzar en la industria minera nacional. Además, existe un panorama positivo respecto al cobre y su uso en la electromovilidad.
La industria minera para nuestro país es y seguirá siendo una industria clave, por lo que materializar el potencial minero es muy valioso y significativo para el desarrollo de este sector, pero también permite impulsar otras actividades productivas.
Joaquín Villarino, presidente ejecutivo del Consejo Minero, plantea que “al revisar la evolución de nuestro catastro de proyectos de inversión surge una interrogante sobre la posibilidad de materializar ese potencial. Durante los últimos años, hemos visto que las nuevas iniciativas corresponden principalmente a extensiones u optimizaciones de faenas existentes y no al desarrollo de nuevos proyectos (greenfield). A modo de explicación de lo anterior, no debemos olvidar que los inversionistas, además del precio de los minerales, consideran muy seriamente otros factores como la estabilidad de las reglas del juego, la razonabilidad de las regulaciones, la disponibilidad de factores productivos y la actitud de las autoridades y la comunidad hacia los proyectos mineros. En todos ellos hemos visto riesgos durante los últimos años”.
En cuanto a lo que se refiere a los precios de los minerales, el experto del Consejo Minero afirma que “no tenemos mucho que hacer en este ámbito, pero para que los demás factores que determinan las decisiones de inversión puedan avanzar es fundamental tener una visión a largo plazo y un compromiso de trabajo en conjunto, tanto desde la industria minera como desde las autoridades. En esto ya vemos avances y disposición de trabajar por parte de la actual administración, por ejemplo, en lograr una mejor coordinación entre los servicios públi- cos que intervienen en la evaluación y entrega de permisos para los proyectos de inversión”. Asimismo, Villarino comenta que hay un espacio significativo para optimizar trámites y procedimientos, lo que va a significar un impulso a la concreción de proyectos mineros y con ello al crecimiento económico del país.
Electromovilidad: una nueva oportunidad
Uno de los elementos innovadores que potencia los avances tecnológicos, la calidad de vida y el desarrollo económico sostenible, y del cual Chile posee un gran potencial, es el cobre. Entre los avances tecnológicos en que es fundamental el metal rojo figura el desarrollo de la electromovilidad, ya que su presencia es determinante en todos los aspectos de su operación. Marcos Sepúlveda, director ejecutivo Procobre, explica que “si un vehículo convencional ya tiene 23 kilos de cobre entre sus componentes y cables, en un vehículo eléctrico se llega a los 89 kilos en promedio. El cobre está en el motor y los circuitos; en la batería que puede llegar a tener 40 kilos de cobre, casi el 50% del total en el vehículo; y en los cargadores públicos o del hogar, con hasta ocho kilos, para hacer más eficiente y rápido el abastecimiento”. Sepúlveda, agrega que si se suma la importancia del cobre en lo que implicará en el corto plazo para el transporte público, el escenario para la demanda de este mineral será muy favorecedor, ya que un bus puede llegar a tener 395 kilos de cobre y ya hay modelos que están operando en el Transantiago.
“Con esto se abre un nuevo escenario para la principal riqueza de nuestro país. Durante el 2017, se utilizaron 185.000 toneladas de cobre en el mercado de la electromovilidad y, según un estudio realizado por IDTechEx, la demanda aumentará al 2027 a 1,7 millones de toneladas, es decir, un incremento de nueve veces. Este es un gran desafío para la industria no solo para elevar la producción, sino que también es una oportunidad para dar un valor agregado al cobre y avanzar más hacia el desarrollo del país”, dice.