Fachadas verdes: complemento para el consumo de energía y confort interior
Con elementos vegetales que sirven de cubierta en un muro o un techo, se pueden mejorar las condiciones de calidad de vida de una edificación y sus condiciones térmicas, entre otros elementos.
Las fachadas verdes consisten en incorporar vegetación en los elementos constructivos verticales, ya sea en los muros o con estructuras adicionales para sostener las especies vegetales. Por lo general, las instalaciones nuevas incluyen sistemas de riego automático (en general, por goteo) y sistemas de módulos ensamblables con el sustrato (tierra) y las plantas. En ellas, “solo algunos tipos de especies vegetales han demostrado su supervivencia a largo plazo en las condiciones de soleamiento y viento, ya que se pueden instalar a una altura considerable”, especifica Hernán Madrid, jefe de Certificación Edificio Sustentable (CES).
En ese sentido, a juicio de Madrid, una fachada verde puede aportar a que una edificación sea sustentable, pero solamente incluyendo fachadas verdes en un edificio “normal” no hará que este sea sustentable, “porque hay líneas de acción de construcción sustentable que no intervienen, por ejemplo, en gestión de residuos o niveles de ventilación, solo por nombrar algunos”.
Para ello, se hace necesario incorporar un diseño de acuerdo a las necesidades del edificio, “que considere el efecto en ‘sombreamiento’ en verano e invierno, el impacto en la iluminación natural y sistemas eficientes de riego”, dice Madrid.
De hecho, el jefe de CES sostiene que incorporar fachadas vegetales puede ser un gran aporte a líneas como consumo de energía y confort interior, ya que al ser utilizados como elementos de protección solar, “permiten durante la temporada calidad reducir la radiación al interior, pero se tiene que evaluar el efecto en la reducción de la iluminación natural”.
Asimismo, Carlos Aguirre considera que una fachada verde debe tener, principalmente, una baja huella en el consumo de agua, lo que “implica una adecuada selección de la especie vegetal y la adecuada impermeabilización del sistema para evitar la filtración o pérdida de agua. Además, una adecuada mantención, por parte del residente”.