Una nueva normativa para la industria
La actual normativa está vigente desde 2003 y está en estudio un nuevo reglamento que elevará los estándares de los proyectos e instalaciones a nivel internacional. Estos son algunos lineamientos y los principales desafíos del sector.
Durante los últimos años, la industria de proyectos y montajes eléctricos ha tenido un explosivo crecimiento en la oferta disponible en el mercado. De sólo hacer las instalaciones de conductores eléctricos aumentó la complejidad y fueron incluyendo otras tecnologías, y con ello subieron los estándares de calidad y certificación.
En el año 2004 entró en vigencia la Norma 4/2003 para las instalaciones de consumo en baja tensión, con el objetivo de fijar las condiciones mínimas de seguridad que toda instalación debe cumplir para salvaguardar la integridad de las personas que operan, así como también preservar el medio ambiente, remplazando el reglamento que desde 1984 regía al sector.
Hoy, la nueva normativa se encuentra en estudio y la industria espera los lineamientos para elevar los estándares acordes al siglo XXI. “La norma 4/2003 tiene como base a la 4/84. Hoy en día muchas de las instalaciones no están de acuerdo a las normas internacionales. Estas últimas, se tomaron como base para la actualización de la vigente, subiendo los estándares para que todos los productos que se instalen cuenten con certificación del fabricante; y por otro lado, implementar el ahorro de energía y eficiencia energética en las instalaciones”, explica Jorge Villarroel, docente de la carrera de Técnico en Instalaciones y Proyectos Eléctricos de Duoc UC.
En el ámbito de la construcción, existe una nueva normativa que define conceptos generales en las entregas y certificación de instalaciones, y establece la nueva figura del instalador coordinador que revisará, comprobará e informará al usuario final acerca de las condiciones del proyecto. En esa línea, Chana Mellado, gerente general de Instelecsa, indica que han desarrollado una política enfocada en la seguridad y confort del usuario en base a todas las normas y utilizando materiales adecuados. “Hemos implementado tecnología en equipamiento para el cumplimiento de las pruebas orientadas a la entrega y certificación de las instalaciones, dejando registro en protocolos que la compañía maneja”, explica, y agrega que “este cambio normativo es un gran paso hacia el futuro. Eleva el nivel profesional y tecnológico del rubro, con instrumentos de punta para cumplir con todas las nuevas exigencias y disposiciones, dando confiabilidad, seguridad y respaldo, reformando el mercado y haciendo que los instaladores deban cumplir o deban dejar de ofrecer servicios eléctricos”, sostiene la ejecutiva de Instelecsa.
Desafíos de la industria
Es necesario adaptarse a los diversos cambios. Villarroel sostiene que la industria, así como también los organismos reguladores tienen grandes desafíos por delante. “Debemos alinearnos con las normas internacionales, subir los estándares de seguridad, e implementar obligatoriamente la eficiencia energética. También, desde la arquitectura entender que hay que hacer cosas eficientes, aprovechando la luz natural y controlando la iluminación. Eso también va para los municipios”, sostiene el académico. Asimismo, se deben acortar una brecha que para la nueva normativa es relevante: la capacitación. Lo primero es que la gente se capacite en relación a la norma en el sentido de qué significa, cómo se interpreta, cómo se aplica y cuáles son sus criterios”, dice Villarroel.
“Debemos alinearnos con las normas internacionales, subir los estándares de seguridad, e implementar obligatoriamente la eficiencia energética”, entre otros desafíos.
Jorge Villarroel, docente de la carrera de Técnico en Instalaciones y Proyectos Eléctricos de Duoc UC.