¿Cómo elegir la asesoría técnica para el proyecto en su empresa?
Realizar un proyecto de montaje eléctrico conlleva varias etapas, y más aún si se pacta entregarlo en modalidad “llave en mano”. Conozca qué consideraciones debe tener al momento de elegir la compañía encargada de este trabajo para que se cumplan los plazos y las normativas.
Los trabajos en el área de la electricidad tienen siempre un componente asociado al riesgo, tanto de las personas como las instalaciones, por lo que es fundamental contar con la experiencia comprobada de una empresa especialista en el área. Los aspectos claves son la capacidad técnica específica, capacidad financiera acorde al alcance a contratar, herramientas, equipos y maquinaria adecuada, certificaciones de los implementos y operarios, procesos estandarizados y conocimiento de la normativa y en general del mercado local.
Andrés Lagos Hartard, vicepresidente de la Especialidad de Ingeniería Eléctrica del Colegio de Ingenieros, comenta que “es necesario contar con una asesoría experta en estos casos, primer lugar, por la necesaria seguridad a las personas y equipos, además de asegurar el cumplimiento de plazos, ya que muchas veces los trabajos eléctricos corresponden a etapas críticas dentro de un proyecto multidisciplinario, además de proveer energía para las operaciones, cuando los proyectos tienen etapas tempranas. Por otra parte, existen requerimientos asociados al cumplimiento normativo específico, el que debe ser certificado frente a las autoridades y sus distintos estamentos como la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC)”.
¿Qué consideraciones se deben tener al momento de realizar una contrata- ción? Recibir un proyecto terminado, o comúnmente denominado “llave en mano”, tiene otras implicancias y responsabilidades que hacen que sea necesario contemplar ciertas rigurosidades mediante un contrato. Asimismo, también podrá resguardarse de los cumplimientos de los plazos de entrega y sacarle el máximo potencial a su emprendimiento. “Este caso, implica un traspaso global de la responsabilidad de la ejecución del proyecto. Es decir, se requiere un servicio integral, lo que implica el cumplimiento de toda la cadena de valor en el transcurso del proyecto como: levantamiento de “Tie-In” o interferencias con instalaciones existentes o dentro del mismo proyecto, capacidad integral de gestión del proyecto, la que además debe incluir las áreas de ingeniería, abastecimiento, construcción, montaje y puesta en marcha. Por lo que debe afrontar componentes de ‘permisología’, gestión ambiental, predial, financiera y laboral, entre otras, de acuerdo a las necesidades del proyecto, por lo que la fase de licitación de estos servicios es crítica, debiendo realizar una correcta selección de proveedores, definición de alcances y especificaciones técnicas, estimación de flujos de caja, series de consultas y respuestas. Además, es imprescindible materializar todo en contratos apropiados para caución del cumplimiento de los objetivos y definición de garantías”, puntualiza el experto.