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La gran ventaja que ofrece la posibilidad de vivir en un condominio es la seguridad que otorga a sus habitantes. Sin embargo, eso no es lo único. Hoy en día, se valoran mucho otras características que sólo se encuentran en este estilo de vida.
Verónica Contreras vive hace años en un condominio en el sector oriente de la capital. No se cambiaría por nada del mundo a una casa que no le brinde la seguridad de estar protegida por barreras y guardias de seguridad: “La delincuencia ha aumentado tanto que para mí es imprescindible sentirme protegida y resguardada por los controles que realizan los guardias. No podría dormir tranquila viviendo fuera de un condominio”.
El arquitecto Fernando Álvarez, gerente de Infraestructura de Fundación Nocedal, explica que “la principal ventaja de vivir en un condominio es la seguridad respecto del control de las personas que ingresan y salen. El hecho de vivir en un perímetro cerrado ofrece la posibilidad de aplicar distintas medidas de seguridad, como sistemas de citófono conectado con la portería, alarmas o cercos eléctricos y automáticos”.
Al vivir en un condominio se cuenta, además, con la posibilidad de poder dejar la casa sola y salir de vacaciones tranquilo, gracias a la presencia de guardias y de los vecinos, y las medidas personalizadas que cada uno pueda tomar.
Fernando Álvarez valora también el hecho de que los condominios han permitido volver a retomar la vida de barrio. “En una ciudad que cada vez más se ha ido despersonalizando y llevándonos a vivir encerrados en nosotros mismos, los condominios recobran el sentido de vecindad, de poder colaborar en alguna acción en común en beneficio del condominio, la amistad entre los hijos, etcétera”.
El vivir en comunidad puede generar una invaluable red solidaria para el cuidado del hogar, la familia y el patrimonio.
“La principal ventaja de vivir en un condominio es la seguridad respecto del control de las personas que ingresan y salen. El hecho de vivir en un perímetro cerrado ofrece la posibilidad de aplicar distintas medidas de seguridad, como sistemas de citófono conectado con la portería, alarmas o cercos eléctricos y automáticos”. Fernando Álvarez, gerente de Infraestructura de Fundación Nocedal.