Viajar protegidos garantiza una merecida tranquilidad
Según estadísticas, a la mitad de quienes viajan suelen ocurrirles percances, siendo más comunes los problemas de salud (85%), extravío de equipaje o documentos, además de los atrasos o cancelaciones de vuelo, informa Marcelo Pérez Castillo, director para Chile de ASSIST CARD.
De acuerdo a estudios de esta compañía mundial líder en asistencia integral al viajero, accidentes y enfermedades respiratorias, gastrointestinales, dentales, traumatológicas y dermatológicas encabezan el ranking a nivel de adultos. En niños es similar: resfríos, alergias, cólicos, caídas, fracturas, intoxicaciones, insolación y picaduras.
Los costos de la atención médica en el extranjero, si no se viaja protegido, son altísimos y pueden transformar las vacaciones en una verdadera pesadilla, “lo que no solo se mide por el fuerte gasto económico, sino también por el problema de no saber a quién acudir”, explica el alto ejecutivo de ASSIST CARD.
A modo de ejemplo, en pesos chilenos, un mal de altura en Cuzco puede significar $325.000, un esguince de tobillo en Londres $4.000.000, una apendicitis en Miami unos $43.000.000, una neumonía en Rusia $ 9.000.000, una intoxicación en China $3.000.000, una internación en Madrid unos $6.500.000 y un traslado sanitario desde Francia… nada menos que $84.500.000.
Marcelo Pérez C. afirma que, aunque los chilenos han ido internalizando lo fundamental que resulta una asistencia en viajes, son todavía alrededor de 60% quienes no la contratan, por desconocimiento, por pensar que no están en riesgo o por considerarla erróneamente cara, sin saber que -a modo de ilustración- cuesta menos de lo que salen los peajes para ir a la playa, el campo o la montaña.