Acortar brechas y abrir nuevos caminos profesionales
Los avances de la tecnología y el impulso de la innovación están requiriendo capital humano que cuente con capacidades que se adecuen a los diferentes desafíos del mundo de hoy. Esto se aplica para todo tipo de profesiones y, particularmente, en el mundo de la Educación Técnico Profesional.
La industria actual requiere de técnicos capacitados para desarrollar prácticas aplicando el conocimiento y la información para resolver problemas e interactuar con otros en determinados contextos. Es decir, un técnico profesional debe tener habilidades formativas especializadas y blandas que lo ayuden a conducir de la mejor manera los nuevos desafíos.
Daniela Kework, directora ejecutiva del programa Eleva de Fundación Chile, explica que “en todos los rubros de la formación técnico profesional se están requiriendo competencias que son mucho más transversales para sobrellevar los desafíos de los cargos actuales y los que vendrán, porque aquí todo se mueve cada vez más rápido y lo único que nos permite evolucionar más fácilmente es nuestra capacidad de trabajo colaborativo, de autonomía, de liderazgo. Eso nos permite irnos flexibilizando en las funciones que vamos haciendo y movilizándonos en distintos trabajos. Puede cambiar la tecnología, puede cambiar el componente técnico, pero esto te permite movilizarte”.
Por su parte, María Teresa Traboldt, de Fundación Educacional Nocedal, agrega que también es muy importante la formación continua pues “hoy en día las cosas van cambiando tan rápido que se requiere de técnicos en permanente actualización”.
Para Traboldt también es indispensable que las instituciones educacionales cuenten con profesores bien preparados, “la formación docente es muy importante porque es un gran desafío para las instituciones tener profesores que estén capacitados para fortalecer y formar estas competencias en sus alumnos. Esto implica cambios en la forma de enseñar y en el rol que tiene que tener el profesor”.
Daniela Kewords señala, por otra parte, que “la educación técnico profesional tiene que ir acompañada de una pertinencia y calidad en la formación técnica que se le da a los estudiantes en el sentido de que hoy se forman en una serie de especialidades que muchas veces no están tan ajustadas a los requerimientos de las industrias que después reciben a esta gente y eso es una falla del sistema importante porque obliga a recapacitar, reformar a la gente, es un costo extra”.
Esto implica, según la especialista un desafío para la industria y para las instituciones de formación de incorporar estándares, de acortar esta brecha del sistema para que sea mucho más eficiente para todos, de forma que las empresas tengan menos costos y gente más capacitada, los jóvenes tengan trayectorias más eficientes laborales y formativas, y también las instituciones formativas tengan mejores resultados de retención, empleabilidad, etc.
“Hoy en día las cosas van cambiando tan rápido que se requiere de técnicos en permanente actualización”. María Teresa Traboldt, Fundación Educacional Nocedal.