Zapatillas cada vez más cómodas y funcionales
Mejora el tiempo y cada vez se ven más personas corriendo por plazas y parques. Una actividad deportiva entretenida y beneficiosa. ¿Antes de comenzar? Elegir el calzado adecuado es clave para la salud de los pies y el bienestar integral.
Aunque parezca evidente, lo primero que debe tener en cuenta quien se inicia en el running, es que las zapatillas deben ser para correr, ya que a veces se eligen por la estética y no por su funcionalidad.
“Las zapatillas para running deben tener un sistema de amortiguación, que pueda disipar de mejor manera las cargas, y así evitar algún tipo de lesión que podría generarse, ya sea por alguna mala pisada o por sobreuso”, comenta Patricio Arroyo, director de la Escuela de Pedagogía en Educación Física de la Universidad San Sebastián.
El contrafuerte del calzado -la parte posteriordebe ser seguro y permitir mantener el pie en la posición neutra, es decir, que no se incline a la derecha ni a la izquierda. En tanto, la planta debe estar diseñada para que el paso en carrera pueda realizarse de manera adecuada, añade el académico.
Para corredores ocasionales, las zapatillas deben priorizar el confort, estabilidad y amortiguación, sostiene el doctor Hernán Maureira, director del Laboratorio de Biomecánica y Análisis del Movimiento Humano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Católica del Maule: “Sentir el pie en forma confortable con el calzado permite generar un mayor placer por la actividad, disminuir el riesgo de lesiones y aportar mayor comodidad, desde el punto de vista biomecánico: es un pie protegido, que permite cierta rigidez para la sensación y apoyo seguro en el suelo, además de flexibilidad para adaptarse a los cambios de terreno”.
A prueba de fuerzas
En la práctica deportiva, el calzado es sometido a fuerzas de cizalla, torsión, deslizamiento, roce y carga, por lo que debe cumplir bien para garantizar al deportista esfuerzos adecuados en el rendimiento, además de disfrute, añade el doctor Maureira. “No olvidemos que se transmite una carga (fuerza de reacción vertical) al suelo entre 2,5 y cuatro veces el peso corporal en cada apoyo de pie”.