Opciones de especialización para los docentes
Los profesores tienen un gran campo de desarrollo luego de su formación de pregrado. Algunos escogen un magíster para mejorar su liderazgo, mientras otros se especializan para mejorar los procesos educativos o profundizar diversas temáticas.
Carolina Paredes ejerce como profesora de lenguaje en un colegio de la región de Valparaíso. Pero además de tener el título que la faculta para hacer clases, hizo un magíster en comprensión y producción de textos escritos. Para ella, la especialización es fundamental. “El conocimiento avanza muy rápido, por lo que es necesaria la actualización. Algunas de las cosas que aprendiste en el pregrado pasan a quedar obsoletas”, explica.
Al igual que ella, otros docentes con una profunda vocación se perfeccionan para rendir al máximo en su trabajo. Y es que, para mejorar la calidad de la educación, pero también para asumir nuevas responsabilidades y desarrollarse, los estudios posteriores al pregrado son claves. Dicha premisa, se aplica para todas las especialidades docentes que se encargan de la formación parvularia, primaria, secundaria y terciaria. Así lo creen en la Fundación Choshuenco, que lleva cinco años implementando -en distintos equipos pedagógicos de jardines infantiles públicos- el programa de origen alemán QUIK, el cual trabaja en dos años las competencias de liderazgo pedagógico de los equipos directivos en centros educativos de primera infancia, en torno a la reflexión pedagógica y criterios de calidad internacionales.
“Hemos desarrollado e implementado una academia de especialización para técnicos y educadores de párvulo, en conjunto con universidades, lo cual permite especializar y perfeccionar la práctica pedagógica en aula”, explica José Manuel Jaramillo, gerente de la Fundación Educacional Choshuenco. Se trata de una academia de especialización interna para profesionales de la educación que trabajan en sus centros educativos, donde se abordan temas como lenguaje, ciencias, curriculum high scope, trabajo con familias y trabajo de virtudes y valores. Cada una tiene módulos que se articulan en una malla que dura dos años.
Para el profesor de matemática y computación, José Cifuentes, la evaluación es uno de los grandes temas olvidados de la educación. Sin embargo, considera que es crucial. Por eso, se matriculó en un magíster en educación, que le permitió combinar el área de evaluación con el análisis de datos, aplicados a la mejoría de procesos educativos, lo que se conoce como “evaluación cuantitativa”.
En tanto, para Isabel Romo, encargada de área del colegio San Damián de Molokai, de la Fundación Belén Educa, la especialización era importante para mejorar sus habilidades de liderazgo, tanto en equipos de trabajo como en gestión escolar, por lo que eligió un magister en educación dirección y liderazgo educacional. “Creo que estudiar me apoya para mejorar mi gestión como líder y, en consecuencia, los aprendizajes de los estudiantes que es lo que nos mueve a los docentes”, afirma.
“El conocimiento avanza muy rápido, por lo que es necesaria la actualización”. Carolina Paredes, profesora de lenguaje y magister en comprensión y producción de textos escritos.