Los adultos mayores y su relación con la banca
El uso de efectivo es un rasgo común en la tercera edad en Chile. La SBIF trabaja actualmente para atraer e incorporar a este grupo a la banca y en sus procesos.
La población chilena está envejeciendo. Este dato empírico involucra a los adultos mayores de hoy y los que transitarán a esa etapa de la vida; por ello es fundamental, poder acercar y simplificar cada uno de los quehaceres y trámites de la vida cotidiana. Claramente, esta tendencia etaria afecta a las diversas instituciones y empresas, pero también puede ser tomado como una oportunidad para acoger a este grupo. En este sentido, la industria bancaria enfrenta un gran desafío que es profundizar la inclusión de la tercera edad.
También hay que considerar que este sector hoy se ha modernizado, incorporando nuevos canales y servicios digitales, que no necesariamente son utilizados por este grupo etario. Esta transformación digital ha traído consigo el aumento de las interacciones remotas por medio de servicios web a los clientes, promoviendo plataformas digitales, que cumplen tareas que antes se podían hacer presencialmente. A pesar de las ventajas que estas innovaciones, para los adultos mayores significan una complicación por su falta de experien- cia usando internet, lo que se suma a la complejidad propia de ciertos productos financieros, mostrando de esta forma, una marcada preferencia por el manejo del dinero en efectivo.
El problema, entonces, es cómo atraer e incorporar a un segmento que no solo tiene dificultades para usar productos bancarios, sino que además, no se encuentra alfabetizado digitalmente. La tendencia global de migrar hacia sucursales virtuales, además de constituir una herramienta de mayor eficiencia para la entrega de beneficios sociales, como por ejemplo los pagos de estos en la Cuenta Rut, hace que superar dichas barreras sea desafío de todos, especialmente pensando en aquellos adultos mayores que tengan menores niveles de educación.
Cifras
Adicionalmente, hoy se debe considerar que los adultos mayores juegan un rol importante en las finanzas domésticas: de acuerdo a la Casen (Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional) 2015, 34,2% de los hogares tiene un adulto mayor como jefe de hogar, pero a la vez, solo 31,7% de las personas de 60 años tienen tarjeta de débito, 28,1% tiene una tarjeta de crédito de comercio, y 11,6% tiene tarjeta de crédito bancaria. Sin embargo, al analizar esta información por quintil, menos del 20% de las personas mayores 60 años de los tres primeros quintiles tiene acceso a un servicio financiero.
En cuando al uso de internet, el diagnóstico no dista del anterior. De acuerdo a la séptima Encuesta de Acceso, Usos y Usuarios de Internet, 60% de los adultos entre 61 a 75 años, declara nunca haber usado un computador y 62% declara nunca haber usado internet. De quienes declaran usarlo, solo el 17,5% realiza transacciones bancarias, y 10,5% realiza pagos en línea de los servicios básicos. La encuesta SBIF-CAF, muestra también que el uso de efectivo es intensivo para un 55% de la población de 55 o más.
La acción en conjunto de la esfera pública y privada para tratar este tema, permitirá mejorar la inclusión social de un segmento cada vez mayor de población, aumentar la comodidad, oportunidad y seguridad de las transacciones bancarias así como también la recepción de beneficios sociales, la inclusión de servicios bancarios y la promoción de los servicios digitales. La SBIF está trabajando actualmente en acciones tanto de diagnóstico como educativas para ir abordando este tema, cuya importancia será cada vez mayor.