Más oportunidades
Alcances de la ley y la visión del sector privado.
En Chile, más de dos millones seiscientas mil personas tiene algún tipo de discapacidad, tanto física, cognitiva y sensorial, y del total de ellas, 39% participa en el mercado laboral. Y a menos de un año de la promulgación de la Ley de Inclusión Laboral existen algunas brechas que se deben acortar para una correcta implementación.
Para Víctor Dagnino, presidente del Centro de Discapacidad de la SOFOFA, lo principal es que se piensa que es una normativa que se aplica de inmediato, sin embargo, ésta debe tener un período de maduración que hoy está en ese proceso. Al mismo tiempo, desde el gremio recalcan la importancia de mantener el espíritu de la ley y conservar el objetivo principal para el que fue hecha.
La implementación de la normativa corresponde a un proceso lento en el tiempo, con cambios culturales y los ajustes necesarios para recibir a personas con discapacidad. “Inicialmente, el problema era el registro de las personas con discapacidad; luego, cómo se iba a controlar esto y ambas cosas se han ido solucionando con el tiempo, pero esto otro es para largo plazo, y si queremos hacerlo bien no se debe improvisar. En Brasil, la ley solamente después de 10 años fue efectiva, y si queremos que funcione en un año no es muy realista”, sostiene Dagnino.
En esa línea, el ejecutivo de SOFOFA advierte lo que se debe evitar: No se trata de contratar a personas y que trabajen en cualquier cosa para cumplir esta ley. Esto no es lo que se espera.
Inclusión e igualdad
El espíritu de la Ley de Inclusión Laboral va en la dirección de contratar personas bajo los mismos parámetros que cualquier otra y para el puesto que se encuentre capacitada. “Primero hay que buscar a las personas, prepararlas, preparar el ambiente, ya que las empresas deben acogerlas de buena forma, pero todavía no hay un lenguaje apropiado y falta un cambio cultural”, dice el presidente del Centro de Discapacidad del gremio.
La selección y contratación “se debe realizar sobre la base de que la persona no va a ser discriminada, que es incorporada como cualquier colaborador con las mismas exigencias e incluso pruebas sicológicas”, explica. La idea es que el colaborador no se sienta vulnerable por lo que se hace un acompañamiento inicial que se va distanciando a medida que la persona va progresando.
Para Dagnino, este es un tema que ha costado muchos años para que sea considerado y, en ese sentido, esta ley ha sido un empuje para que la inclusión de personas con discapacidad en el mercado laboral, se discutiera tanto en el Parlamento, en el Gobierno, como también en la sociedad civil.
“Debemos sentarnos a conversar, los representantes del gobierno, de los empresarios y la sociedad civil, entre los tres tenemos que identificar y solucionar los problemas”. “La selección se debe realizar sobre la base de que la persona no va a ser discriminada, que es incorporada como cualquier colaborador con las mismas exigencias”.
presidente del Centro de Discapacidad de la SOFOFA.