Compromiso con los trabajadores y sus familias para optar a reales oportunidades en el campo laboral
Uno de los aspectos más complejos de las organizaciones es su filosofía de administración, incluyendo su definición acerca de la persona.
En ese ámbito debemos considerar el desafío de la inclusión laboral de personas con discapacidad.
Desde las empresas tenemos la responsabilidad de tomar conciencia de nuestro impacto en los cambios sociales y culturales en nuestro país. No se trata solo de aportar, sino de reconocernos como protagonistas del rol social y cultural.
En Chile, a nuestro juicio, la economía de las oportunidades debe abrir un espacio definitivo a las personas con diferentes tipos y grados de discapacidad.
En el Banco de Chile conocemos de cerca la experiencia de la inclusión, pero esto no quiere decir que estemos exentos de nuevos desafíos. En 2017 lanzamos una nueva Política de Inclusión de Personas con Discapacidad, que nos sirve como marco de acción al 2020, de cara a los trabajadores, los clientes y la comunidad en general.
En todo caso no basta con apoyar a las personas con discapacidad en su rehabilitación, sino que tenemos que comprometernos con ellos y sus familias para que tengan reales oportunidades en el campo laboral. Por ejemplo, en el Banco de Chile trabajan algunos padres de niños que se atienden en Teletón bajo la modalidad de teletrabajo.
Para ellos no es fácil compatibilizar sus responsabilidades profesionales con la necesidad de acompañar a sus hijos en su rehabilitación, y a nosotros nos hace sentir útiles en vez de actuar como barreras a su desarrollo personal, familiar y social.
También hemos avanzado en otros frentes. De cara a clientes y no clientes modificando la accesibilidad de nuestras oficinas y sucursales. Hemos transformado nuestros procesos de selección para que sean completamente inclusivos. Tenemos identificados los cargos que facultan un trabajo inclusivo y aquellos susceptibles de adaptación. Adicionalmente, diseñamos mecanismos de ayuda interna para facilitar la inscripción en el Registro Nacional de Discapacidad.
Estas acciones dan cuenta de un verdadero compromiso por parte del Banco de Chile, es decir, con voluntad política y recursos para financiar las iniciativas. Con mucha satisfacción hoy podemos afirmar que somos una empresa que supera la cuota del 1% fijada por la ley, porque lo que nos mueve y nos identifica es que queremos a Chile y su gente.
Cuando en Chile prima la desconfianza hacia las instituciones, tenemos una gran oportunidad de hacer un verdadero aporte a nuestra sociedad y su cultura a través de la inclusión.
Dar oportunidades a las personas con discapacidad no solo cambia radicalmente su vida y la de sus familias, sino que genera un círculo virtuoso, que hace a Chile mejor, más justo, más amable y más feliz. Con toda humildad quisiéramos convocar a todas las empresas de Chile, desde las más pequeñas a las grandes corporaciones, a que nos comprometamos con coraje para ser parte de la solución.