Una solución limpia al problema del reciclaje del baterías
Estos dispositivos no pueden quedar en cualquier lugar una vez terminada su vida útil, debido a los riesgos que conllevan para personas y el ambiente. Por eso reutilizarlos –procesándolos con condiciones sanitarias y ambientales óptimas– es la mejor alternativa, obteniendo así nuevos productos que vuelven al ciclo productivo, cumpliendo la premisa de la “economía circular”.
La batería de cualquier vehículo motorizado debe ser reemplazada cada dos o tres años. Quizás más de alguno se ha preguntado a dónde va a parar una vez dada de baja. ¿A un relleno sanitario? ¿A un vertedero? La verdad es que no. Chile cuenta con una de las plantas de reciclaje de baterías de plomo más modernas del mundo. En ella, se procesan unas 25.200 toneladas anualmente, correspondiente al 70% del total que se desecha en el país.
El gerente comercial de Recimat, Antonio Carracedo Diez, sostiene que gracias a inversiones que superan los US$12 millones “hemos desarrollado una planta con la más moderna tecnología,
“Hemos desarrollado una planta con la más moderna tecnología, que permite que los procesos necesarios para el reciclaje sean seguros para los trabajadores, la comunidad y el medio ambiente”. Antonio Carracedo Diez, gerente comercial de Recimat.
que permite que los procesos necesarios para el reciclaje sean seguros para los trabajadores, la comunidad y el medio ambiente”.
Gracias a su gestión, el problema de las baterías –producto prioritario Ley REP– está resuelto en Chile, ya que Recimat ha desarrollado la capacidad de reciclar incluso más del 100% de estos dispositivos en el país, una vez que se dan de baja.
¿Qué se obtiene de este proceso de reciclado? Se consiguen diversos productos como lingotes de plomo, chips de plástico, agua de uso industrial y yeso.
“Nuestro anhelo es que se desarrolle una industria integral y eficiente a través de la Ley REP, la que además alude al ‘fomento del reciclaje’, esperando especialmente que la autoridad controle y sancione severamente el tránsito y procesamiento ilegal de todo residuo peligroso”, agrega Antonio Carracedo Diez.