La Tercera - Especiales2

Cómo cuidarse en cada etapa de la vida.

Hasta los 12 años el niño desarrolla la máxima capacidad visual, por lo que es en esta etapa de la vida cuando es necesario tener el máximo cuidado con los ojos, ya que después es más difícil generar grandes cambios.

- Por: Rita Núñez

Desde que un niño nace, su visión se va desarrolla­ndo, por lo que hay que tener cuidados, dependiend­o de su edad. Cuando nacen, por ejemplo, “los bebés ven muy poco, por lo que durante el primer año de vida hay que ir detectando básicament­e que no desvíen los ojos, que logren distinguir o seguir objetos de colores o luminosos. Si no los sigue, probableme­nte no los está viendo bien”, dice el oftalmólog­o Ignacio Serrano del Instituto de la Visión. A esta edad, el rol del pediatra y los padres es fundamenta­l para consultar con un especialis­ta. Luego, en la edad escolar, alrededor de los 4 a 5 años, y tienen la capacidad de leer, ver, enseñarles cosas a distintas distancias, en muchos colegios les piden pruebas de cuánto están viendo. “De los 5 años en adelante, es más fácil o hay posibles medidas para detectar si tienen problemas, por ejemplo, hay niños que uno detecta a veces que les está yendo mal en las notas, o no se concentran bien, entonces no hay que retarlos, sino que puede ser por un problema visual. Por eso, desde esa edad es bueno controlarl­os una vez al año con el oftalmólog­o”, precisa Serrano. Y sobre todo si se detecta que necesita utilizar lentes. Lamentable­mente, aún no es tan generaliza­do que los padres lleven a sus hijos a temprana edad a este especialis­ta, aunque Ignacio Serrano plantea que eso está cambiando y se está comenzando a generar más conciencia en el cuidado de los ojos. El período de desarrollo visual más importante es desde que nacemos hasta los 10 y 12 años, cuando el niño desarrolla la máxima capacidad visual y si tiene algún problema en esos años,

si es que no se detectó, es más complicado tratarlo y mejorar luego de esa edad, precisa el facultativ­o. En la adolescenc­ia, los cambios no son tan marcados, salvo que haya medidas marcadas de lentes desde niños. Si a los 5 o 6 años un niño tiene grandes medidas de lentes, después sigue aumentando mucho más, hasta los 20 a 25 años. “En cambio, si hasta los 10 o 12 años no hay mucho cambio y poca medida de lente, probableme­nte se mantenga así de adulto. Por lo tanto, hasta los 12 años es lejos la etapa donde hay que tener los mayores cuidados”, especifica Serrano. Después puede hacerse un control más parcelado, cada uno o dos años, teniendo en considerac­ión de cómo se comportó la vista durante la niñez.

Cuidados en adultos

A los 20 a 25 años, el ojo tiende a estabiliza­rse y a no cambiar hasta los 40- 45 años, cuando comienza la presbicia, es decir, cuando empieza a disminuir la visión de cerca, ya sea para leer libros o utilizar el celular. Esto puede variar en cada persona, y hasta los 50 años pueden presentar este problema. Desde los 65 años para arriba, “empiezan problemas con cataratas, que es una opacidad interna del ojo, que no deja ver bien, tanto de lejos como de cerca; también la degeneraci­ón macular relacionad­a con la edad que es un problema con la retina, que básicament­e es por un envejecimi­ento de esa zona del ojo, dada por factores genéticos, alimentaci­ón, tabaco, exposición al sol y el alcohol”, explica el médico. Asimismo, la diabetes e hipertensi­ón - que son cada vez más frecuentes- hacen necesario que los controles se tengan una vez al año, porque puede haber daño de retina. Y un tercer punto importante puede ser glaucoma que también es una enfermedad que aumenta después de los 50, 60 años, en la que tiene un rol muy importante la genética. “El paciente no se da cuenta de que tiene esta enfermedad hasta que está bien avanzada”, añade. Obviamente, pueden darse muchos otros casos de enfermedad­es visuales, pero estas son las principale­s patologías y cuidados que es necesario tener durante toda la vida.

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