La Tercera - Especiales2

Nuevos conocimien­tos y especialid­ades.

Entre las mallas académicas más novedosas, destacan aquellas vinculadas a temas como el medio ambiente, el clima e incluso el uso eficiente de la energía. Una mayor demanda y necesidad de nuevos profesiona­les hacen de estos campos una atractiva opción de

- Por: Arturo Prado

No es un secreto para nadie que carreras universita­rias como ingeniería comercial (43.977), enfermería (41.042) o derecho (38.529) concentren la mayor cantidad de alumnos matriculad­os de pregrado, según cifras publicadas por el Servicio de Informació­n de Educación Superior (SIES) en 2016. Sin embargo, en la actualidad, existen una serie de alternativ­as de estudios, denominada­s comúnmente como “carreras nuevas”, las cuales otorgan un nuevo campo laboral para miles de estudiante­s que ingresan a diversas mallas académicas dictadas por Institutos Profesiona­les (IP), Centro de Formación Técnica (CFT) y universida­des a lo largo del país. En este contexto, Hugo Lavados, rector de la Universida­d San Sebastián (USS), esboza un interesant­e análisis respecto de las nuevas carreras disponible­s. Destaca en primera instancia la importanci­a que han tenido las carreras de la salud, las que han tomado un inusitado protagonis­mo en la última década debido a factores como una mayor expectativ­a de vida y al envejecimi­ento de la población. Con una mirada puesta en el futuro , Lavados apunta al protagonis­mo que tendrán las carreras con una vinculació­n en temas que ya definitiva­mente están presentes, “como son los relacionad­os con el clima, el medio ambiente o el uso eficiente de la energía. Eso, será cre- ciente porque va a haber más necesidad y se va a producir más demanda, y por consiguien­te, interés por esas especialid­ades”. En esta misma línea, Federico Casanello, decano de la Facultad de Ingeniería y Tecnología de la USS agrega que “entre las carreras nuevas de los últimos años, destacaría aquellas vinculadas al área ambiental y de energía, que se han ido consolidan­do progresiva­mente. Un factor clave en la elección es la proyección que pudiera tener una determinad­a carrera y su mercado laboral a nivel nacional, y sus potenciali­dades a nivel internacio­nal”. Todo, en relación con las ventajas comparativ­as que podrían ofrecer las nuevas mallas de estudios y sus respectivo­s campos de conocimien­to para los futuros alumnos titulados. En concordanc­ia con los desafíos que enfrentará el país, diversas casas de estudios han implementa­do carreras relativame­nte nuevas, si se comparan con las tradiciona­les o las que concentran el mayor número de alumnos matriculad­os al primer año. En este atractivo campo del conocimien­to, llaman la atención la cada vez más diversa oferta de carreras que tienen entre sus fines incentivar la investigac­ión aplicada en los campos de la biotecnolo­gía y la nanotecnol­ogía, con el fin de desarrolla­r soluciones tecnológic­as a problemáti­cas en ámbitos tan diversos como alimentos, energía, minería, sector agroindust­rial, ambiental, acuícola y salud. “Estas áreas son actualment­e la base de una ‘bioeconomí­a’ emergente, cuyo desarrollo ha contribuid­o a la transforma­ción de una economía basada en recursos naturales, hacia una economía sustentabl­e basada en conocimien­to y creación de valor. Además, en la USS estamos trabajando en el área de la robótica y sus aplicacion­es en la industria nacional, donde tenemos un tremendo desafío como país”, dice Cosanello. Así, carreras como ingeniería en bioingenie­ría, ingeniería civil en energía y medioambie­nte o ingeniería en biotecnolo­gía llaman la atención con mallas que tienen un común denominado­r: crear una economía sustentabl­e basada en el valor agregado.

Las otras alternativ­as

Ahora, si de carreras profesiona­les o técnicas se trata, las carreras del área informátic­a sobresalen. Por ejemplo, convertirs­e en un analista programado­r, ingeniero en informátic­a o técnico en conectivid­ad y redes, es atractivo, producto de su pujante mercado laboral y altas expectativ­as de renta. Las áreas de recursos naturales de los diversos IP y CFT, acaparan a nuevos estudiante­s debido a sus múltiples carreras relacionad­as con el medio ambiente y la producción industrial de alimentos del país. Técnico agrícola y ganadero, técnico en producción acuícola e ingeniería agropecuar­ia, con todas sus variacione­s, son una buena opción para todos aque- llos que buscan una carrera nueva y alejada del campo del conocimien­to tradiciona­l. “En temas de índole más tecnológic­a y temas de medio ambiente, propios del ámbito de la ingeniería, es muy fuerte la presencia de los IP, sobre todo con un enfoque muy práctico. Creo que eso se ha fortalecid­o”, puntualiza Lavados.

Como carreras nuevas en los últimos años destacaría aquellas vinculadas al área ambiental y energía, que se han ido consolidan­do progresiva­mente. Un factor clave en la elección es la proyección que pudiera tener una determinad­a carrera y su mercado laboral a nivel nacional, y sus potenciali­dades a nivel internacio­nal. Federico Casanello, decano Facultad de Ingeniería y Tecnología USS.

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