Nuevos conocimientos y especialidades.
Entre las mallas académicas más novedosas, destacan aquellas vinculadas a temas como el medio ambiente, el clima e incluso el uso eficiente de la energía. Una mayor demanda y necesidad de nuevos profesionales hacen de estos campos una atractiva opción de
No es un secreto para nadie que carreras universitarias como ingeniería comercial (43.977), enfermería (41.042) o derecho (38.529) concentren la mayor cantidad de alumnos matriculados de pregrado, según cifras publicadas por el Servicio de Información de Educación Superior (SIES) en 2016. Sin embargo, en la actualidad, existen una serie de alternativas de estudios, denominadas comúnmente como “carreras nuevas”, las cuales otorgan un nuevo campo laboral para miles de estudiantes que ingresan a diversas mallas académicas dictadas por Institutos Profesionales (IP), Centro de Formación Técnica (CFT) y universidades a lo largo del país. En este contexto, Hugo Lavados, rector de la Universidad San Sebastián (USS), esboza un interesante análisis respecto de las nuevas carreras disponibles. Destaca en primera instancia la importancia que han tenido las carreras de la salud, las que han tomado un inusitado protagonismo en la última década debido a factores como una mayor expectativa de vida y al envejecimiento de la población. Con una mirada puesta en el futuro , Lavados apunta al protagonismo que tendrán las carreras con una vinculación en temas que ya definitivamente están presentes, “como son los relacionados con el clima, el medio ambiente o el uso eficiente de la energía. Eso, será cre- ciente porque va a haber más necesidad y se va a producir más demanda, y por consiguiente, interés por esas especialidades”. En esta misma línea, Federico Casanello, decano de la Facultad de Ingeniería y Tecnología de la USS agrega que “entre las carreras nuevas de los últimos años, destacaría aquellas vinculadas al área ambiental y de energía, que se han ido consolidando progresivamente. Un factor clave en la elección es la proyección que pudiera tener una determinada carrera y su mercado laboral a nivel nacional, y sus potencialidades a nivel internacional”. Todo, en relación con las ventajas comparativas que podrían ofrecer las nuevas mallas de estudios y sus respectivos campos de conocimiento para los futuros alumnos titulados. En concordancia con los desafíos que enfrentará el país, diversas casas de estudios han implementado carreras relativamente nuevas, si se comparan con las tradicionales o las que concentran el mayor número de alumnos matriculados al primer año. En este atractivo campo del conocimiento, llaman la atención la cada vez más diversa oferta de carreras que tienen entre sus fines incentivar la investigación aplicada en los campos de la biotecnología y la nanotecnología, con el fin de desarrollar soluciones tecnológicas a problemáticas en ámbitos tan diversos como alimentos, energía, minería, sector agroindustrial, ambiental, acuícola y salud. “Estas áreas son actualmente la base de una ‘bioeconomía’ emergente, cuyo desarrollo ha contribuido a la transformación de una economía basada en recursos naturales, hacia una economía sustentable basada en conocimiento y creación de valor. Además, en la USS estamos trabajando en el área de la robótica y sus aplicaciones en la industria nacional, donde tenemos un tremendo desafío como país”, dice Cosanello. Así, carreras como ingeniería en bioingeniería, ingeniería civil en energía y medioambiente o ingeniería en biotecnología llaman la atención con mallas que tienen un común denominador: crear una economía sustentable basada en el valor agregado.
Las otras alternativas
Ahora, si de carreras profesionales o técnicas se trata, las carreras del área informática sobresalen. Por ejemplo, convertirse en un analista programador, ingeniero en informática o técnico en conectividad y redes, es atractivo, producto de su pujante mercado laboral y altas expectativas de renta. Las áreas de recursos naturales de los diversos IP y CFT, acaparan a nuevos estudiantes debido a sus múltiples carreras relacionadas con el medio ambiente y la producción industrial de alimentos del país. Técnico agrícola y ganadero, técnico en producción acuícola e ingeniería agropecuaria, con todas sus variaciones, son una buena opción para todos aque- llos que buscan una carrera nueva y alejada del campo del conocimiento tradicional. “En temas de índole más tecnológica y temas de medio ambiente, propios del ámbito de la ingeniería, es muy fuerte la presencia de los IP, sobre todo con un enfoque muy práctico. Creo que eso se ha fortalecido”, puntualiza Lavados.
Como carreras nuevas en los últimos años destacaría aquellas vinculadas al área ambiental y energía, que se han ido consolidando progresivamente. Un factor clave en la elección es la proyección que pudiera tener una determinada carrera y su mercado laboral a nivel nacional, y sus potencialidades a nivel internacional. Federico Casanello, decano Facultad de Ingeniería y Tecnología USS.